El ideólogo e iniciador de la construcción fue el sacerdote italiano Livio Fariña, quien además de dedicarse a las tareas de Dios, fue un verdadero arquitecto, y esto se puede observar en los detalles de la magnifica edificación.
Los antiguos pobladores recuerdan anécdotas contadas por sus padres, de cuando se dieron inicio a los arduos y sacrificados trabajos a principios del año 1920.
Como la idea era construir en la cima de uno de los cerros menores de esta población, los trabajadores bajo la coordinación del sacerdote, tuvieron que realizar la tarea aplanar el lugar donde erigir la obra.
Las tareas eran a puro pulmón, atendiendo que en esa época se carecían de maquinarias u otros tipos de vehículos, y cuando se logró despejar las piedras y dejar el sitio nivelado y en perfectas condiciones, comenzó la construcción.
Los materiales complementarios eran alzados por los propios pobladores, quienes actuaban de voluntarios, según relatan crónicas de la época.
Sin embargo, y atendiendo al enorme costo económico que demandaban los trabajos, y al no encontrarse alguna ayuda para solventar, la construcción se paralizó por varios años, hasta la llegada del monseñor Dr. Angel Muzzolón, quien fue el primer obispo del Chaco.
Este sacerdote de nacionalidad uruguaya pudo conseguir los fondos y se reiniciaron los trabajos en1949, para finalmente culminar después de casi 20 años. Fue habilitada en 1965.
Las paredes de la Catedral son totalmente de piedra, por lo que nos imaginamos el gran trabajo que realizaron aquellos pobladores y constructores para levantarlas. El techo posee enormes rieles de hierro, para soportar la estructura.
Dos enormes torres fueron construidas a ambos costados de la edificación y en cada una de ellas, se instalaron grandes relojes, que dan un toque especial al frontis de la Catedral.
Estos aparatos funcionan hasta la fecha y anuncian la hora a toda la población. Cada 15 minutos suena una campanada corta, en tanto, las horas son marcadas por campanadas más largas y dependiendo de la cantidad que suene, se conoce el horario exacto.
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Dentro de la misma Catedral funciona un pequeño museo indígena, donde se puede apreciar objetos y prendas pertenecientes a las distintas etnias que habitan el Alto Paraguay.
Se puede llegar hasta la cima del cerro donde esta el templo, tanto a pie, como a bordo de algún vehículo, a través de una calle cementada. Frente a la fachada se tiene una enorme explanada, con piso de ladrillos antiguos que dan otro retoque de elegancia a la edificación. Desde este sitio, que funciona como un mirador, se observa el río Paraguay en todo su esplendor y parte del enorme pantanal, con su agreste vegetación.
La Catedral esta erigida en honor de María Auxiliadora, patrona de la comunidad. El actual obispo del Vicariato del Chaco Paraguayo es monseñor Gabriel Escobar, en tanto José Villalba es el cura párroco del lugar.
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Fuerte Olimpo se encuentra a 700 kilómetros al norte de Asunción en la ribera del río Paraguay, en el inicio del Pantanal. Hasta aquí se puede llegar vía aérea una vez a la semana, en vuelos del Transporte Aéreo Militar, todo los miércoles. El pasaje es de 600.000 guaraníes ida y vuelta. Por tierra hay servicio de ómnibus dos veces a la semana (lunes y viernes) con Stel Turimo. El pasaje es 330.000 guaraníes ida y vuelta. Incluso se puede llegar en el barco Aquidabán desde Concepción abonando 240.000 guaraníes ida y vuelta. Ofrece también servicio de hospedaje con precios desde 100.000 guaraníes por día.