De acuerdo con los datos, el rubro de alimentos registró una variación interanual del 10% (comparado a julio del año pasado), mientras que en el año acumula un aumento del 2,7%. Sin embargo, al sacar el grupo de las frutas y verduras del cálculo, se observa un aumento del 11,6% con respecto al año pasado y del 4,8% en lo que va del año.
Impacto de los combustibles
En lo que va del año, se resalta igualmente la fuerte suba de los combustibles alrededor del 22% y una incidencia de casi 40% en el Índice de Precios del Consumidor (IPC). En lo que va del año el grupo del combustibles en general (gasoil, nafta, gas) ha registrado tres ajustes de G. 400 cada vez, acumulando un aumento de G. 1.200 por litro en la primera parte del año. A la vez, el incremento de precios de este bien también ha repercutido en los demás productos de la canasta básica como se viene observado y se evidencia en el resultado inflacionario.
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Además, el mes pasado entró en vigencia el reajuste del 4,4% (G. 88.051) en el salario mínimo, efecto que también ha recogido el IPC de julio, además de los bienes, productos y servicios que también incorporan estos ajustes en sus costos productivos.
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Con el resultado alcanzado en julio, la inflación acumulada en el año llega a 2,7% y aún considerando la presión inflacionaria de los últimos meses, y la cual se sentiría con mayor fuerza en este segundo semestre del año, el Banco Central estima que la variación final estará dentro del rango meta del 4%+-2%-