La profesional explicó que en términos anuales, tenemos un 60% del presupuesto destinado al pago de los préstamos, lo que equivaldría a 2.000 millones de dólares año.
Al terminar de pagar los préstamos, que sería al cumplirse 50 años del Tratado, por defecto los costos bajarán, con lo cual la tarifa también bajaría en un 60% .
Es decir, del costo aproximado de 23 dólares bajaría en un 60%, en consecuencia, la ANDE contrataría por un monto menor.
Excedente respecto a lo que se paga
Esto resultaría positivo, pues nos permitiría tener un excedente con respecto a lo que pagamos, para hacer inversiones de infraestructura.
Esta inversión de hecho es muy necesaria, pues tenemos un déficit de casi 8.000 millones de dólares en infraestructura eléctrica para los próximos años, según el plan que acaba de lanzar la ANDE, y este gasto es solamente para que demos abasto, explicó la experta.
Cecilia Llamosas especificó que la energía la vende Itaipú, que es una persona jurídica diferente de los dos países, y se distribuye para ANDE (Paraguay) y Eletrobras (Brasil)
Por ende, Itaipú paga esa deuda de los ingresos que tiene, y sus ingresos provienen de Eletrobras y ANDE.
Se podría invertir dinero en infraestructura de la ANDE
Históricamente Electrobras contrato un gran porcentaje del total y ANDE bastante menos. Como el mayor contratante es Electrobras, a su vez es el mayor aportante a los fondos que son para reparar las deudas del préstamo.
En un escenario donde ANDE reduzca sus egresos por copra de energía, la alternativa más interesante para nosotros para nuestro país es que ese dinero se reinvierta en financiar esos US$ 8.000 millones que tenemos que invertir para nuestra energía.
Ahora, se puede lograr que la tarifa actual se mantenga solamente si existe otro rubro de egreso para Itaipú que se corresponda con ese porcentaje.
Se necesita tocar los rubros de Itaipú
Hoy en día, por su modelo financiero y contable, Itaipú solamente puede comprometer dinero que está asociado a un egreso conjunto, y, como se dijo antes, ese 60% está comprometido al pago de esas deudas.
Pero si se crea un nuevo rubro de egresos y es el equivalente al 10% o 20%, ese dinero se puede redireccionar para infraestructura de nuestra energía eléctrica a nivel país.
La experta explicó que hoy en día tenemos un excedente de energía que es el cuádruple de nuestro consumo anual. Por lo tanto, si en lugar de no usar esa energía, la usásemos y si fuese destinado al sector productivo, Llamosas vaticinó basada en estudios realizados, que en un escenario 2040 podemos cuadruplicar nuestro producto interno bruto con respecto al escenario base, y generar cerca de 2 millones de puestos de trabajo.
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Predicciones dependen de negociación
Llamosas precisó que estas predicciones no son fijas, sino que todo va a depender de cómo se negocie la distribución de esos US$ 2.000 millones, que hoy en día se destinan a la deuda. Se podría negociar que se distribuyan en partes iguales, por lo cual existiría un potencial de capturar valor, pero aclaró que este no es un dinero que está en caja, sino que es “teórico”.
Cuando se construyó la central hidroeléctrica, solo el 3% fueron aportes de capital, mientras que el 97% se financió con préstamos quitados a nombre de la entidad, no de Paraguay ni de Brasil.
Se fijó que al cabo de 50 años de la firma del Tratado esos préstamos iban a ser completamente amortizados. Es por eso que tenemos el 2023 como fecha para revisar el Anexo C.
Tras la revisión, si hay alguna modificación se habla de una renegociación.
Nos conviene vender nuestro excedente internamente
La especialista opinó que no nos conviene dedicarnos a revender nuestra energía como rubro principal en el mercado eléctrico brasileño, sino que nos conviene en todo caso ponernos a punto para nosotros absorber ese excedente en su totalidad. Para ello, necesitamos compradores internos para esa energía.
“Vender la energía significa tener capacidades más allá de infraestructura e interconexiones para entrar al mercado eléctrico brasileño como agentes. O en todo caso, que haya un agente que intermedie entre la oferta y la demanda. Se necesita un mercado altamente regulado, porque el precio de mercado abierto es volátil y muy riesgoso”, puntualizó Llamosas.
Añadió que lo primero que precisamos es tener la práctica de saber vender en un mercado con esas características, pero que se debe empezar de a poco, ensayando con una porción, como lo es por ejemplo la energía de Acaray, que puede ser ofrecida en el mercado, pero hay que hacer los pasos necesarios.
Finalmente, destacó que es importante rescatar que necesitamos tener las vías físicas, pues la energía se debe trasladar con infraestructura, y para eso nos hace falta seguir invirtiendo.