La investigadora señaló que realiza las pesquisas en base a un informe técnico proveído por el Departamento Antisecuestro, teniendo en cuenta que a 250 metros de este lugar está ubicado el inquilinato donde vivía Dahiana.
Este podría ser un lugar clave para la búsqueda, por lo que fueron con canes y también con detectores de metales, ya que la joven tenía frenillos.
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Blanco importante
La investigadora refirió que la búsqueda es intensa en este lugar, pues el informe técnico dice que esta zona es un blanco importante donde la mujer pudo haber sido arrojada o enterrada.
Según los registros, el sospechoso usó su celular el día que apareció Dahiana en esta zona donde el Ministerio Público realiza ahora la búsqueda, por lo que la sospecha de que el cuerpo pueda estar en ese sitio es fuerte “Es un radio de aproximadamente 500 metros, es una exfábrica un patio baldío abandonado con malezas”, explicó la agente.
Se presume que el autor pudo haber ingresado sin ser visto a este lugar, ya que es oscuro y no tiene cercas que impidan el acceso.
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El celular se usó en la zona
El reporte técnico indica que el celular del hombre estuvo en ese radio de 500 metros entre las 00:00 y las 05:00. Esto se sabe por la antena de la compañía telefónica.
Se tiene en cuenta también que el hombre tenía una motocicleta y que hizo varias idas y vueltas entre el inquilinato donde vivía y este predio abandonado.
Dio pistas falsas
Luz Dahiana Espinoza Colmán desapareció el 18 de setiembre del año 2020 y, dos semanas después, su concubino Joel Guzmán Amarilla Jara confesó que cometió el feminicidio, aunque dio pistas falsas acerca de dónde arrojó el cuerpo.
La confesión de Joel fue hecha a los policías que lo trasladaron a la cárcel de Tacumbú, donde se encuentra recluido.
En su relato, el hombre explicó que estranguló hasta la muerte a la madre de su hijo y que luego arrojó el cuerpo a un pozo del municipio de Julián Augusto Saldívar, en la zona del kilómetro 27,5 de la Ruta PY01, cerca de la antigua estación de peaje, que ahora es una base de bomberos.
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Implicó al jefe de la mujer
El presunto feminicida también dijo que cuando ultimó a Dahiana le llamó al jefe y amante de esta, César Enrique Brítez Acosta, de 33 años, quien supuestamente fue a ayudarlo para que se deshicieran del cuerpo.
El pozo aludido por Joel ya había sido revisado por la Policía, la Fiscalía y los bomberos, aunque en los primeros intentos no hallaron rastros de la chica desaparecida.
No hallaron a la joven donde el autor indicó
Ayer, en una nueva revisión, ya con la confesión de Joel, la historia fue la misma. Un bombero bajó hasta el fondo y no encontró ningún cuerpo. Incluso, clavó el suelo con una herramienta pero tampoco tuvo resultado. Ni siquiera había olor en el pozo seco.
Al final, la comitiva se marchó tal como llegó: sin pistas claras.
La hipótesis que manejan los investigadores en torno al caso de Luz Dahiana Espinoza, desaparecida el 18 de setiembre del año pasado, es que habría sido descuartizada y sus restos arrojados en el inodoro del inquilinato en donde vivía con su pareja, Joel Guzmán Amarilla, presunto autor del feminicidio.