El equipo de Rayos X quedó fuera de servicio tras un llamativo desperfecto, que al principio se creyó se podía solucionar rápidamente. Sin embargo, ya va más de un mes que el Ministerio de Salud literalmente tiene abandonado a su suerte a los enfermos, quienes deben pagar sumas que van desde G. 100.000 a G. 130.000 por cada servicio en el sector privado, 2 a 3 veces por semana para monitorear la evolución de la enfermedad.
“El equipo ya está funcionando, el tema es el revelador”, señaló el Dr. Osvaldo León, director de la Decimocuarta Región Sanitaria. El profesional dijo que en la jornada de este jueves se constituirá de vuelta a la capital del país en la posibilidad de ya traer el revelador reparado.
En la zona existe la desconfianza de que manos negras estén detrás de algunos hechos en el hospital que termina obligando a los pacientes a recurrir al servicio privado. El rayo X es un servicio esencial en el tratamiento del covid-19, teniendo en cuenta que es una de las formas de acompañar el progreso o empeoramiento pulmonar de los pacientes.
El centro asistencial carece además de personal de blanco suficiente, razón por la que disminuyó de 38 camas a 12 el pabellón de covid. Para completar el panorama, una de las salas de cirugía ardió en llamas días pasados por la falta de mantenimiento y recambio de los aparatos de acondicionador de aire.