Cambian al comandante del CODI tras secuestro y asesinato de Jorge Ríos

El presidente Mario Abdo Benítez nombró como nuevo comandante interino del Comando de Operaciones de Defensa Interna (CODI) al Cnel. Narciso Domingo López Basualdo, en reemplazo del general de Brigada Félix Díaz. El cambio se da luego del reciente caso de secuestro y asesinato del joven Jorge Ríos por parte de los criminales de la Agrupación Campesina Armada - Ejército del Pueblo (ACA-EP).

audima

Esta mañana, la Dirección de Comunicación Social de las Fuerzas Militares informó que el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, ha dispuesto el nombramiento del coronel Narciso Domingo López Basualdo, como comandante interino del CODI. El mismo asume en reemplazo del general Félix Díaz.

El cambio en el Comando de operaciones de Defensa Interna (CODI) se da luego de que el trabajo de las fuerzas militares volviera a estar en el ojo de la tormenta debido al último secuestro y posterior homicidio del joven Jorge Ríos y también después de que el grupo terrorista ACA-EP reapareciera con un nuevo intento de secuestro en Puentesiño, solo 10 días después de que ejecutara a su último rehén.

El crimen es atribuido a la Agrupación Campesina Armada - Ejército del Pueblo (ACA-EP), un desprendimiento del EPP, que sigue operando en el norte y mantiene secuestrados a Edelio Morínigo, Félix Urbieta y Óscar Denis.

En los últimos días, las críticas se han volcado hacia los trabajos de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) en el norte del país y los pocos resultados en el combate de los grupos criminales. Incluso la Cámara de Diputados resolvió conformar una comisión que controle el presupuesto y la logística de la FTC.

Días después del crimen, el ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, compareció ante la Cámara de Diputados y excusó la falta de resultados positivos de la FTC alegando que la lucha contra los grupos armados del norte es “un proceso que no puede terminarse de la noche a la mañana”.

Sobre el nuevo Comandante del CODI

El nuevo comandante del Comando de Operaciones de Defensa Interna (CODI), coronel Narciso López, de 52 años de edad, es el mejor egresado de la promoción 1991 de la Academia Militar y venía desempeñándose como comandante de la Escuela de Comando y Estado Mayor del Ejército (ECEME).

Años atrás, el citado oficial del arma de Infantería fue comandante de uno de los destacamentos denominados Sub Área de Pacificación (SAP) del CODI, que funcionan en las zonas críticas del norte del país donde operan los grupos terroristas.

De este modo, el coronel López queda habilitado para ser ascendido al grado inmediato superior, general de brigada.

El comandante saliente del CODI, general de brigada Félix Díaz, de 54 años de edad, de momento queda sin cargo y posiblemente tenga que pasar a retiro, excepto que lo nombren en otro puesto similar al que deja ahora.

El general Díaz estuvo al frente del CODI por 1 año 2 meses, específicamente desde el 11 de mayo de 2020, cuando asumió en vez del general de brigada Leonardo Ibarrola Ruiz Díaz, luego de un incidente en Pedro Juan Caballero durante la vigencia de la cuarentena sanitaria estricta.

Último ataque del ACA-EP

En este caso, el último ataque de la ACA-EP ocurrió el martes de mañana, aunque fue conocido recién al día siguiente, en el predio de la estancia Nathalie de Puentesiño, en las coordenadas 22°46′40.0″S 57°04′48.6″W.

Tres integrantes de la banda sorprendieron a tres trabajadores que estaban haciendo postes en un sector situado a 12 kilómetros del casco central de la citada finca que tiene 8.000 hectáreas y que pertenece a la conocida familia Bordas, que a su vez trabaja en la zona desde 1945.

Según los datos, Feliciano Bernal Maíz, de 23 años, y Laubrindo Balbuena Marís, de 19 años, fueron los que le hablaron a sus rehenes, mientras un tercer cómplice vigilaba el perímetro. Ese habría sido Hugo Bernal Maíz, de 22 años. El cuarto miembro conocido de la banda, Elizandro Balbuena Marís, de 21 años, no se dejó ver esta vez por las víctimas, aunque se cree que permaneció escondido entre los árboles.

Supuestamente, los terroristas arengaron a los trabajadores por espacio de una hora, hasta que después obligaron a uno de ellos a juntar sus cosas, porque lo iban a llevar secuestrado pensando que se trataba de un patrón por el que podrían cobrar un rescate.

Luego de suplicar por su vida, el humilde trabajador convenció a los criminales de que él es solo un contratista, ante lo cual los jóvenes maleantes le “perdonaron”. Sin embargo, los miembros de la ACA-EP quemaron una maquinaria con la que estaban trabajando las víctimas e intentaron quemar otra, pero los rehenes les imploraron que no lo hicieran porque los perjudicarían notablemente.

Feliciano Bernal Maíz (23), Hugo Bernal Maíz (22), Laubrindo Balbuena Marís (19) y Elizandro Balbuena Marís (21), supuestos miembros actuales de la ACA-EP.

Finalmente, los terroristas huyeron del lugar, advirtiendo con regresar y matar a los trabajadores si estos contaban lo que ocurrió.

El caso central de la estancia Nathalie queda a solo 4.000 metros en línea recta del casco central de la estancia Machuca Cue, cuyo retiro también fue quemado por el mismo grupo armado el 18 de junio pasado.

Ambas fincas quedan 35 kilómetros al sur del centro del municipio de Sargento José Félix López, más conocido como Puentesiño, en el departamento de Concepción.

En la misma zona, pero a 30 kilómetros de distancia, queda la estancia San Jorge, donde la ACA-EP asesinó el 12 de junio pasado a peón brasileño Jonás Fernando Alves, de 38 años, al irrumpir en el establecimiento con intenciones de secuestrar al hijo del dueño de la propiedad.

Además, 47 kilómetros al norte de la estancia Nathalie y a 12 kilómetros del centro de Puentesiño, siempre en línea recta, funciona de la estancia Dos Hermanos, de donde el 28 de junio pasado fue secuestrado por estos mismos terroristas el joven altoparanaense Jorge Manuel Ríos Barreto, de 24 años, quien sería ejecutado el 3 de julio y su cuerpo arrojado a un barranco del río Apa, ya en el lado brasileño.

Este golpe en la estancia Nathalia pasó a ser el noveno de la ACA-EP en menos de cuatro meses.

Una maquinaria fue quemada por la ACA-EP en la estancia Nathalie de Puentesiño.

La ola de atentados de los hermanos Bernal Maíz y Balbueba Marís se inició el 28 de marzo pasado, cuando quemaron el retiro Campo Natural de la estancia San Jorge, en Arroyito.

El 2 de abril, mataron a Celso Torales Acosta, de 52 años, un señor con síndrome de Down, al intentar secuestrar al sobrino de este, en una emboscada en el puente sobre el río Ypané, en Paso Mbutú.

Después atacaron el caso central de la estancia Reunidas, en Horqueta, el 18 de abril.

Cuatro días después, el 22 de abril, destruyeron el retiro Campana de la estancia Diamante, en Paso Barreto.

El 25 de abril atacaron a tiros y quemaron parcialmente la subcomisaría 20ª Frontera Curuzú Ñu, en Loreto.

Desde el 12 de junio, la ACA-EP pasó a operar en Puentesiño, cuando asesinaron al peón brasileño Jonás Fernando Alves, de 38 años, en el mencionado intento de secuestro en la estancia San Jorge.

Seis días después, el 18 de junio, la gavilla incendió un retiro de la estancia Machuca Cue.

Y el 28 de junio secuestraron y después mataron a Jorge Manuel Ríos Barreto, de 24 años, al llevarlo de su estancia Dos Hermanos.

Ahora, tomaron rehenes y quemaron una maquinaria en el predio de la estancia Nathalie, siempre en Puentesiño.

Lo
más leído
del día