En el Ineram, centro de referencia, hay todavía muchos pacientes, pero la situación es diferente a la de hace algunos meses. Se puede ver pasillos vacíos y menos caos que meses atrás.
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Lucas Zeballos, encargado del área de Contingencia, manifestó que de los seis pabellones existentes, el área de recepción de urgencias está teniendo un 70% de camas libres actualmente.
“Podemos decir que, por fin, el personal está respirando un poco. La sobrecarga disminuyó hace dos semanas. Ahora podemos, por ejemplo, programar las vacaciones después de 14 meses que trabajamos sin descanso. Hoy, por fin, ya podemos sentarnos a desayunar, ir al baño con más tranquilidad y después seguir trabajando”, señaló Zeballos.
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“En Urgencias es el área en donde el paciente llega y de acuerdo a su necesidad se le distribuye a un área crítica o no crítica. Anteriormente, teníamos una ocupación aproximada de 130 pacientes internados en sillas, camillas, inventábamos lugares para poder subsanar el momento. Hoy en día, el panorama es diferente y tenemos un 70% de camas disponibles”, indicó.
El profesional recordó cómo era la situación en los meses más críticos de la pandemia. “Hasta hace dos meses, el paciente llegaba y no tenía lugar. Tenía que esperar que se limpie una cama, que se muera un paciente, que sea trasladado, que se le dé el alta. Ese era nuestro panorama. Era tan desesperante que nos preguntábamos cuándo iba a terminar. Hacíamos manifestaciones, pedíamos que se queden en sus casas, que se laven las manos. Ahora que tenemos un respiro pedimos que la ciudadanía siga cuidándose”, sostuvo.
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Aunque en Urgencias disminuyó el número de pacientes a ser atendidos, Zeballos recordó que en las terapias las camas críticas siguen totalmente ocupadas.
“La ocupación de camas críticas no disminuyó. Podemos decir que tenemos un 99,9% de camas ocupadas, porque ahora dimos de alta a un paciente y tiene que entrar otro. Lo que queremos decir es que ahora tenemos tiempo de preparar la unidad, pero las áreas críticas siguen ocupadas al 100%”, dijo.
En cuanto a los grupos etarios, hace dos semanas, el Ineram tenía en camas críticas a pacientes de entre 62 y 69 años, como así también de 80 y 90 años. “A veces teníamos pacientes de 32 años y nos desesperábamos; lo que importaba no era la edad, sino que todos se recuperaran”, sostuvo.
En las últimas semanas se vio un descenso en el número de fallecidos por COVID-19 en nuestro país. Luego de alcanzar más de 150 muertos por día, la cifra disminuyó considerablemente. Ayer, el Ministerio de Salud reportaba 1.045 positivos, de 4.374 muestras procesadas, 46 fallecidos, 2.383 internados y 571 en UTI.