La seguridad es un tema que preocupa últimamente a la población. Enfrentar los desafíos que ello supone requiere de capacitación permanente, sostiene la Abog. Liliana Díaz (39), directora general del Sistema 911 desde hace casi tres años.
–La seguridad en estos tiempos es crucial, ¿qué trabajos específicos se realizan desde el Sistema 911 para garantizarla?
–El Sistema Nacional de Emergencias 911 es integrado por 11 instituciones, (no solo por el Ministerio del Interior y la Policía Nacional). Así se trabaja en la gestión integral de la emergencia, que incluyen la recepción
–¿De qué manera?
–En ese sentido articulamos control de calidad, proyectos, acciones interinstitucionales y diagnóstico con el director del Centro de Seguridad y Emergencias de la Policía Nacional y las demás instituciones integrantes del sistema, de manera mensual, trimestral, semestral y anual. Igualmente se han incorporado al Sistema 911 medios tecnológicos, como las cámaras de video vigilancia, que cumplen doble función, por un lado, investigativas en el esclarecimiento de hechos y, por el otro, preventivas sobre todo en la disuasión de la comisión de hechos punibles y una visión de monitoreo analítico en tiempo real.
–Es también una realidad que la ciudadanía dice que el servicio del 911 es deficiente en términos de rápida respuesta o atención a las llamadas. ¿Qué puede comentar al respecto?
–El Sistema 911 trabaja en su máxima capacidad, tanto operativa como técnica, pero a la vez debe reconocerse que los desafíos del sector público y más aún en el área de seguridad y aspectos técnicos especializados siguen siendo un gran reto.
Retos y disponibilidad presupuestaria
–¿Cuáles son esos retos específicamente?
–Ampliar nuestras estaciones de trabajo para lograr atender todas las llamadas ingresadas al sistema; contar con propios recursos para la sostenibilidad del mismo convirtiéndose en un ente autárquico; desplegar recursos que trabajen y respondan netamente a las emergencias como en otros países; retener el talento humano calificado y la disponibilidad presupuestaria que es claramente insuficiente, son solo algunos de los factores que influyen directamente en el servicio al ciudadano.
–En ese sentido, ¿qué proyectos tienen a mediano y largo plazo?
–Son varios en realidad, pero entre los más resaltantes a mediano plazo se encuentran la georreferenciación de las llamadas ingresadas al sistema, que permitirá al operador identificar en tiempo real el lugar de donde se realiza la llamada, sea esta de emergencia o no emergencia. Ampliación de cobertura del sistema de videovigilancia en Asunción y el departamento de Central. La creación de un centro de seguridad y emergencias 911 (CSE 911 – Regional) en la ciudad de Villarrica, entre otros.
Lograr autarquía
En el largo plazo, según proyecciones de Díaz, se busca la modificación de la Ley 4739/2012 para lograr la autarquía que apuntará a la mayor optimización del servicio. Asimismo, habla de la incorporación de una unidad o modulo de aprendizaje sobre el uso e importancia del sistema en todas las unidades educativas del país (concienciación - educación) así como la ampliación de cobertura del sistema de videovigilancia y salas de monitoreo en todo el país, entre otras cosas.
La seguridad con rostro de mujer
–A base de su experiencia profesional, en la siguiente instancia, ¿a qué aspira a llegar?
–En mi trayectoria profesional me he formado personal y académicamente para desarrollar funciones de carácter técnico en el Ministerio del Interior, por lo que, desde ese punto de vista, me siento sumamente satisfecha, agradecida y comprometida, ya que he llegado al más alto cargo técnico en ese nivel institucional, que es el de directora general. A partir de este cargo los demás son de carácter político y sujeto a otras variables. No obstante, quiero seguir trabajando en el área de seguridad y defensa, para brindar una mejor calidad de vida a los ciudadanos, en la construcción de diseños, procesos y elaboración de políticas públicas, que puedan ser sostenidas en el tiempo, con un profundo respeto a los trabajos institucionales y la labor policial.
–En historia personal, ¿cuáles fueron los desafíos más relevantes que ha enfrentado?
–Fueron varios, pero sobre todo me ayudaron a forjarme como persona, que es lo más importante. Vine del interior del país a los 18 años, nací y me formé en la ciudad de Caaguazú, egresada del Colegio Nacional Mariscal Francisco Solano López, ingresé en la Facultad de Derecho (UNA). A esa edad y a partir de ese momento me formé en varias maestrías a nivel nacional y estudios internacionales, en el ámbito del derecho, la seguridad y defensa. Mis padres, que son mis pilares y ejemplo de vida, estuvieron por casi 20 años en el extranjero, fueron momentos difíciles como familia, pero con un gran amor incondicional que trascendió fronteras, pudimos sobrellevar y hoy soy doblemente bendecida por tenerlos conmigo en nuestro querido país.