En la mañana del 23 de febrero último, la Unidad de Investigación Sensible (SIU) de la Policía, luego de varios meses de investigación, detectó una carga de 1.344 kilos de cocaína, a más de varias pistas de aterrizaje y bidones de acetona en el sitio, que está a metros de la línea fronteriza con Bolivia.
Durante aquel operativo fue detenido el abogado Waldimiro Ymas González, quien era el administrador de la finca, que a mediados del 2012 fue adjudicado a Benito Giménez, quien también fue imputado por el hecho pero actualmente se encuentra prófugo de la justicia al igual que Terecio López. Estos últimos aparentemente escaparon hacia el vecino país cuando se percataron de la presencia policial en la estancia de unas 20 mil hectáreas.
Tres meses de aquel operativo, la fiscala Lorena Ledesma de la Unidad de Lucha Contra el Narcotráfico pudo comprobar que nuevamente esas tierras eran utilizadas por el narcotráfico. De acuerdo a las investigaciones efectuadas por la agente fiscal, periódicamente potentes avionetas bimotores bolivianas descargaban enormes cantidad de cocaína en un sector de la hacienda, la droga era remesada hacia la zona norte del país, para luego ser enviada hacia territorio Brasileño, en vehículos terrestres.
Al mismo tiempo, los agentes confirmaron que otras parte de la extensa hacienda era utilizada para albergar ganado vacuno, que sospechan sería producto del abigeato. Aparentemente estos animales eran juntados en el lugar y luego vendidos hacia Bolivia.
Gracias a estos informes, finalmente a comienzos de este mes las autoridades del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) decidieron recuperar estas tierras a favor del Estado y dejarlo en resguardo del Ministerio de Defensa Nacional.
Ahora la fiscala Ledezma procedió a la incautación de los animales hallados, mientras que efectivos de la Fuerza Aérea iniciaron los trabajos para montar una base en el lugar.