Borba destacó que la principal tarea que le confía es la de organizar de nuevo al Hospital como una Unidad de Administración de Finanzas (UAF). Explicó que al volver a funcionar como una unidad autónoma, hay mayor eficiencia y eficacia en la gestión pública, por ejemplo, en la planificación de la compra de drogas e insumos, atendiendo a que últimamente hubo muchas quejas de los pacientes al respecto.
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Resaltó que es importante la descentralización porque el Ministerio de Salud tienen más de 1.000 llamados y la Unidad Operativa de Contrataciones no tienen la capacidad de determinar cuál es el más importante. De hecho para cada hospital sus necesidades son importantes.
El ministro indicó que otro punto fundamental que deberá trabajar Julio Rolón es la descentralización de servicios, potenciándolos en los diversos departamentos, en ciudades de referencia como Ciudad del Este, Pedro Juan Caballero, Encarnación y otros. Esto evitará también que los pacientes se trasladen hacia el departamento Central, con todo lo que ello conlleva como desarraigo para poder tratarse de su enfermedad.
Otros hospitales con UAF
El ministro Julio Borba afirmó que actualmente del retraso en licitaciones se le culpa al Ministerio de Salud, porque todo está centralizado y no dan abasto al tener que manejar más de 1.000 procesos licitatorios. Ante esta situación, mencionó que su idea es que este año el Hospital Nacional de Itauguá, el Pediátrico Acosta Ñu y el de Trauma también vuelvan a ser UAF. Incluso, de a poco irán estudiando la factibilidad de que las regiones sanitarias puedan hacer lo mismo.
Dichos hospitales ya eran una Unidad Autónoma Financiera años atrás, pero cuando asumió el exministro de Salud, Antonio Barrios, durante el gobierno de Horacio Cartes, se centralizó el manejo de los presupuestos a nivel ministerial. Incluso hubo quejas porque esa centralización implicaba retrasos en provisión de insumos y medicamentos, que se fue dando, entre otros inconvenientes.