El campo está enfrentando una situación complicada por el aumento de las invasiones a propiedades, sobre todo con las incursiones a reservas privadas de bosques, porque entre varios problemas causados, los campesinos realizan tala indiscriminada detectadas por las imágenes satelitales, lo que genera faltas e infracciones que son imputadas a los dueños de la propiedad por parte de las instituciones del Ambiente (Mades) y de los bosques (Infona), con aplicaciones de multas, según explicó Torales.
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Torales mencionó que hay casos en que los grupos invasores incluso comparten en sus redes sociales, el robo de los rollos y la extracción ilegal de leña de las propiedades ajenas, al tiempo que no se logra hacer operativas las órdenes de desalojo.
Burocracia y lentitud de la Justicia
Lamentó que recientemente, la Policía Nacional haya informado que no realizaría nuevos desalojos hasta que existan las condiciones sanitarias apropiadas para la ejecución, lo que se puede entender que será así hasta dure la pandemia.
Enfatizó que la burocracia vigente para los operativos de desalojo dificultan el cumplimiento de la orden judicial, porque cuando existen presencia en el lugar de mujeres y niños, que es en todos los casos, antes de la operación de desalojo se debería comunicar y solicitar acompañamiento de al menos seis instituciones relacionadas con los derechos del niño y la mujer.