Los árboles fueron derrumbados sin autorización municipal, ni licencia ambiental expedida por el Mades. El propietario de la finca, Sindulfo Colmán Villalba, no presentó ningún proyecto de mitigación ambiental por la actividad realizada.
Por su inmueble cruza un arroyo, sin nombre, que desemboca en cauces hídricos de la zona, según denuncia que fue recibida en el Mades, explicó el fiscalizador Edgar Ibarra.
El funcionario manifestó que constataron que la tala de árboles nativos se realizó para preparar postes, tablones, tirantes, balancines. Para el efecto, fueron derribados árboles de las especies kurupa’y, timbo, peterevy, kaguatî y otros.
El propietario tiene en el lugar dos hectáreas, pero el corte fue de media hectárea aproximadamente. En el lugar se encontraron apilonados unos 150 postes de kurupa’y,100 balancines,15 tablones de timbo y dos tirantes de una dimensión de 2x3, de la especie peterevy.
Asimismo, se visualizó montículo de ramas y trozos de parte de árboles en gran cantidad acopiado en varios sectores de la propiedad. El propietario del inmueble manifestó que tiene previsto despejar el lugar para preparar pastura de animales y lo que está sacando es para utilizar en el alambrado perimetral del lugar.
La inspección del lugar estuvo también a cargo de los fiscalizadores Carlos Rodríguez, Julio Ledezma y Édgar Ibarra. Procedieron a elaborar informe que remitirá a la Dirección de Asesoría Jurídica del Mades para que dicha instancia dictamine qué medidas se va a asumir sobre este hecho en particular.