Gamariel Balbuena, uno de los maestros de la escuela, dijo que a pesar de contar con la nueva edificación que reemplaza a la vieja estructura de palmas (karanday), los niños y maestros no pueden utilizarla por la falta de agua. “Los estudiantes, cada vez que necesitan ir al baño, deben emprender una fugaz carrera hasta llegar a sus casas para utilizar el sanitario, lo que preocupa sobremanera. Por la falta de agua, también deben venir munidos de sus botellas o termos con el vital líquido para el consumo”, añadió.
“Necesitamos con suma urgencia acceder al servicio de agua potable, ya que esta es una de las pocas instituciones educativas del departamento donde las clases se realizan de manera presencial”, dijo el maestro.
En el 2020, la Municipalidad se encargó de inaugurar dos nuevas aulas de material cocido y un sanitario sexado, mientras que el Ministerio de Educación y Ciencias está construyendo otra aula y el cercado del perímetro de la institución.
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32 horas de cierre de ruta
Esta comunidad donde viven unas 70 familias viene realizando varias manifestaciones en procura de contar con el vital líquido. En este sentido, en el transcurso de la semana realizaron 32 horas de cierre de camino vecinal para que los responsables de la ANDE coloquen el tendido eléctrico que pueda hacer funcionar finalmente el sistema de agua.
La población se localiza a unos 1.800 metros del río Paraguay y tras las primeras manifestaciones realizadas el año pasado lograron que el Servicio Nacional de Salubridad Ambiental (Senasa) y la Gobernación les colocara un tanque reservorio a orillas del río, mientras que los propios pobladores realizaron los trabajos para colocar la cañería hasta sus respectivos hogares.
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Solo falta el tendido eléctrico que pueda hacer funcionar las motobombas para que entre en funcionamiento la distribución del agua y así también los escolares puedan contar con este elemental servicio.