Si el tiempo está bueno, en promedio, el trabajo en cada puesto de distribución dura 45 días, sea el mantenimiento de un transformador subterráneo en el nivel de calle, explicó el Ing. Guido Chávez, al ser consultado sobre el avance de este programa que arrancó el 22 de abril pasado en las céntricas calles Oliva casi O’leary.
El cronograma de trabajo se extiende hasta julio de 2022, si no tropiezan con inconvenientes en el desarrollo de los trabajos. “Hasta ahora intervinimos cuatro puestos de distribución, de los 30 previstos. Dos de ellos están terminados y en otros dos se está trabajando en forma simultánea en este momento. Nos quedan 26 puestos de distribución”, aclaró.
Chávez detalló que se trabaja en dos puestos de distribución al mismo tiempo. “Estamos comenzando por los más pequeños, porque tenemos dos transformadores móviles que quedan estacionados en el lugar, con todas las señalizaciones. Son transformadores que quedan ahí para que se desactive el transformador que está en ese local y se alimenta entonces del transformador móvil”, indicó.
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Dos terminados, dos en ejecución
El director adelantó que en los lugares en que la ANDE tiene transformadores subterráneos más grandes, entonces los dos transformadores móviles estarán al mismo tiempo en un solo puesto de distribución para que la gente no se quede sin energía en esa zona. Pero, aclaró que, por lo general, trabajarán en dos lugares al mismo tiempo.
Los trabajos que ya se terminaron son los que están ubicados en Oliva y O’leary y al lado de la Secretaría de Emergencia Nacional (Fulgencio R. Moreno), que son de 500 KVA de capacidad. Actualmente se encuentran sobre la calle Pettirossi y Curupayty.
Los puestos de distribución intervenidos abastecen a un total de 200 usuarios, entre oficinas, departamentos y comercios, unos 50 clientes en cada uno, en promedio. “En total, cuando se intervengan los 30 puestos de distribución previstos, serán alrededor de 1.500 usuarios del centro de Asunción los beneficiados”, apuntó.
Sobre los inconvenientes que se generan con estos trabajos, mencionó la incomodidad por para los vecinos en cuanto a la utilización de la vereda, la circulación de la gente, el polvo, pero que en teoría, no tendría que cortarse el suministro de energía eléctrica.
De los 30 puestos de distribución, 18 son subterráneos y 12 a nivel de calle. Los que están bajo tierra tienen problemas de goteras, humedad, varas de acero oxidadas, entre otros.
Asimismo, el Ing. Chávez, resaltó que de 10 a 12 personas trabajan en las mejoras de cada lugar, a través de las empresas contratistas, pero acompañados por un fiscal de obras de la ANDE. “Trabajan en algunos puestos de distribución en un solo turno y en otros, subterráneos, en dos turnos. Pero eso no es fijo, cada lugar es un proyecto distinto”, aclaró.
Los trabajos que realizan
“Se repara totalmente la parte de obras civiles, es decir los revoques, el cielo raso y la entrada. En el suelo están las trampas de agua que desembocan en un pocito con bomba de agua para desagotarlo los días de lluvia. Se cambia toda la parte de instalaciones electromecánicas antiguas por casetas compactas, más pequeñas, que resisten por cierto tiempo la entrada de agua sin que entren en cortocircuito”, detalló Chávez.
Además, comentó que se colocan dispositivos mejorados antiinundación, como bancos de batería para que, aunque se corte la energía, la bomba que está desagotando no se quede sin energía y pueda aguantar un tiempo más, si no es una lluvia muy duradera.
La inversión total en concepto de mano de obra y materiales asciende a G. 36.000.000.000, había informado la ANDE cuando arrancaron los trabajos. La adecuación de estos puestos de distribución y de entrega subterráneos y a nivel de alimentadores en media y baja tensión corresponde a un contrato abierto, adjudicado mediante la Licitación Publica Nacional 1459/2018, suscritos con las empresas contratistas Tecnoplus Ingeniería y Tecmont S.A.