Esta mañana el presidente Mario Abdo Benítez nuevamente se enfocó en exhortar a la ciudadanía a que acuda a los vacunatorios para recibir las dosis anticovid. Dijo que hay inmunológicos pero no se ve la afluencia de gente que se esperaba al ampliar el rango etario y bajar hasta los 60 años.
Negó los problemas de comunicación y dijo que es básicamente imposible que la ciudadanía desconozca la necesidad de vacunarse. “A dos años de la pandemia yo dudo que haya un solo paraguayo que no sepa lo que está viviendo el mundo y nuestro país, yo no sé si es problema de comunicación”, respondió ante los cuestionamientos.
Aseguró que se están realizando campañas de concienciación, “pero hay 10.000 fallecidos, más campaña de concienciación que mirar la realidad no sé qué más puede haber”.
Dijo que asusta saber que hay una parte de la población que no quiere vacunarse, pese a que los procesos de inmunización han demostrado ser eficaces. Por ejemplo, consideró que tras la vacunación del personal de blanco disminuyó la cantidad de internados en terapia dentro de ese grupo.
“Funciona el proceso de inmunización, yo invito a la gente a que vaya a los vacunatorios. Nosotros esperábamos mucho más ahora que bajamos a 60 años y no estamos teniendo la mayor afluencia que pensábamos que íbamos a tener”, admitió sobre la masiva ausencia.
A pesar de admitir que evidentemente la ciudadanía no acude a los vacunatorios, no brindó ninguna solución sobre un posible cambio de estrategias para llegar a más personas.
Incluso cabe recordar que el propio Ministerio de Salud realizó una encuesta que arrojó como resultado que una parte de la población inscripta para recibir las vacunas no va porque no tiene medios.
Lea más: “PadriMóvil Vac”, campaña para llevar a adultos a recibir sus vacunas
Muchas iniciativas ciudadanas
Ante esa necesidad nuevamente fue la ciudadanía la que salió a dar soluciones. Por ejemplo, surgió un nuevo movimiento denominado “Padrimóvil Vac”. Una familia de Asunción lanzó una campaña para llevar a los vacunatorios a aquellos adultos mayores que no tienen medios.
Mientras tanto, en países como Estados Unidos el Gobierno se encarga de facilitar móviles incluso a través de convenios con aplicaciones como Uber, contratando así el servicio de traslado seguro para quienes quieran vacunarse.
También en algunos estados del mismo país se regalan pasajes de trenes y subterráneos y hasta cervezas. Incluso se sortean millones de dólares entre los vacunados, para incentivar que la gente se vacune.
Copiando la idea de las bebidas como incentivo, un bar de Asunción llamado Poros Brewing Co. vio la oportunidad de regalar cervezas para conseguir que las personas que no quieren vacunarse, lo hagan. Una vez más, se trata de una iniciativa ciudadana.
También con el objetivo de seguir motivando a la ciudadanía, un local de comidas denominada Tío Lucas ofreció pizzas para quienes vayan a vacunarse. Incluso el empresario Manuel Benítez Codas sumó una estadía en el Hotel Holiday Inn Express Paraguay, para quienes requieran un lugar donde quedarse.
Lea más: Llegó el fenómeno “cerveza por vacunas” para convencer a adultos de vacunarse
“Marito de la muerte”
En redes sociales una vez más el Presidente ha sido tendencia gracias a las críticas. En Twitter, el hashtag más utilizado a nivel país es #MaritoDelaMuerte, debido a que se ha superado la barrera de los 10.000 fallecidos con el último reporte de Salud.
Las críticas se centran en la falta de insumos y medicamentos, pero sobre todo la poca cantidad de vacunas para avanzar a muchos otros rangos etarios y a la población en general.
Múltiples fallas comunicacionales
Desde el inicio de la pandemia el Gobierno, y sobre todo el Ministerio de Salud, ha tenido una importante cantidad de errores comunicacionales. Esa situación se ha acrecentado sobre todo con el inicio de la campaña de vacunación, puesto que las ampliaciones de rango etarios han generado múltiples confusiones.
Los adultos mayores, que son los miembros de la población civil en recibir las vacunas, no confiaban en las vacunas y de hecho hasta la fecha se ve una importante cantidad de personas que siguen creyendo en teorías conspirativas. Esa es la primera señal del fracaso comunicacional.
Así también, se han visto múltiples fallas para comunicar los horarios de atención en los vacunatorios. Por ejemplo, los fines de semana, días en que generalmente la población trabajadora puede llevar a sus abuelos, muchos puntos ni siquiera abrían, mientras afuera se formaban filas innecesarias.
Incluso con la llegada de vacunas para embarazadas se vio un problema, puesto que solo se habló de que todas iban a poder vacunarse pero recién después de varios días se aclaró que desde mañana solo podrán recibir quienes tengan más de 20 semanas de gestación y una enfermedad de riesgo.
Tampoco se ven masivas campañas comunicacionales sobre la efectividad de las dosis, que vayan más allá de las redes sociales, sitios web a las cuales los adultos mayores ni siquiera tienen acceso.