Frente a la Fiscalía General, ubicada sobre la calle Chile casi Dr. de Francia de nuestra capital, un grupo de ciudadanos se congregó en una manifestación para exigir justicia para Isaura Bogado, quien fue encontrada sin vida en un baldío del barrio San Carlos de Ñemby el pasado miércoles, tras estar desaparecida desde el 13 de abril.
Los manifestantes piden a la fiscala general del Estado, Sandra Quiñónez, que la muerte de la joven sea esclarecida e investigada bajo el “Protocolo Latinoamericano de Investigación de Muertes Violentas de Mujeres por razones de Género”.
El pedido responde a que detrás de la muerte de una mujer puede haber un feminicidio pese a que en principio no existan indicios de violencia, conforme expresan en una nota que fue firmada por varios ciudadanos.
Los puntos por los que piden que el deceso Isaura sea analizado bajo este criterio señalan que muchos suicidios de mujeres son consecuencia de la violencia previa que han sufrido, también porque es una forma habitual para ocultar un feminicidio o una forma de que los investigadores den por cerrado el caso y lo archiven.
También piden que la fiscala a carga de la causa, Mirtha Ortiz, sea apartada debido a que pese a los constantes reclamos de la familia de la joven, las autoridades “no la buscaron”. Además, piden que cese el morbo mediático y citan como ejemplo de esto que el fiscal Joel Cazal leyó la supuesta carta que Isaura escribió como despedida.
Cabe recordar que el cuerpo sin vida de Isaura Bogado fue hallado de forma fortuita por unos tractoristas que se encontraban limpiando un predio baldío en Ñemby.
Dicha situación despertó la indignación de la ciudadanía que reclamó a las autoridades por su inacción en la búsqueda de la desaparecida. También la mamá de la fallecida reprochó a la Fiscalía y la Policía Nacional por el nulo acompañamiento que tuvo durante el tiempo en que no tuvo noticias del paradero de su hija.
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La autopsia hecha al cuerpo de Isaura reveló que la misma falleció por “presunta asfixia”, pero los forenses remarcaron que por el alto grado descomposición del cuerpo no contaron con biológicos para analizar por lo que no pueden determinar la causa de muerte con rigor científico. No obstante, mencionaron que en los restos óseos no encontraron rastros de lesiones por armas de fuego o armas blancas.
El fiscal Joel Cazal señaló que mientras siguen los peritajes y las verificaciones de los elementos encontrados en el sitio donde estaba el cuerpo, el caso sigue siendo considerado como “homicidio”.
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