Justamente, por la sospecha del delito de pornografía infantil es que en este caso se mantiene en reserva tanto el nombre de la menor desaparecida como de los demás protagonistas que ahora deberán enfrentar juicio, luego de que la Fiscalía presentara acusación el pasado 4 de mayo y en la fecha se opusiera el pedido de la defensa del hombre y la mujer a que se desestime la causa.
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La pequeña, de cinco años, desapareció el 15 de abril del año pasado de un condominio en Emboscada conocido como “Monte Pakará”, mientras supuestamente jugaba con unas cabras y sin que supuestamente se percataran ninguno de los adultos responsables presentes en el sitio. Si bien las cabras aparecieron varios kilómetros lejos del sitio, ninguna prueba concreta se tiene hasta ahora del paradero de la pequeña.
Durante la investigación, tanto la madre como el padrastro negaron tener responsabilidad en la desaparición, pero durante el proceso también evitaron colaborar en algunas diligencias, la principal, proveer muestras de ADN para comparar con restos aparentemente de sangre encontrados en la vivienda y los alrededores del sitio de desaparición.