Las restricciones, la vacunación masiva y los cuidados sanitarios son las tres medidas necesarias para hacer frente a la expansión del covid-19, según el Dr. José Fusillo, presidente de la Sociedad Paraguaya de Neumología y médico del Ineram. Reiteró que la lucha contra la enfermedad debe darse fuera de los hospitales.
“Buscando la normalidad, nos estamos alejando de ella”, aseguró con respecto a las restricciones. Insistió en que el camino es tomar las medidas correctas de comportamiento sanitario adecuado para evitar la expansión del virus, pero dijo que para eso el Gobierno debe conseguir más vacunas.
“El gran problema de las restricciones es que si no se acompañan de un buen control y el cumplimiento no es exacto, no sirven para nada. Esas restricciones que hicimos en forma parcial, al no ser acompañadas con un control intensivo, probablemente no tuvieron ningún efecto”, señaló el neumólogo.
“En nuestro país es muy probable que sea muy difícil encarar hoy por hoy restricciones totales. El Gobierno no tiene una moneda de cambio para decirle a la gente, yo te voy a vacunar en diez días, pero en estos diez días yo te voy a vacunar a vos, a tu mamá, a tu papá, tu hermano. Ese tipo de monedas de cambio no tenemos, entonces es muy complicado decirle a la gente, sabés que, te voy a encerrar diez días, vas a dejar de ganar dinero, vas a dejar de trabajar, y tampoco existen probablemente soluciones desde el punto de vista económico que puedan paliar esas necesidades”, añadió Fusillo, quien sin embargo afirmó que está científicamente demostrado que “si las restricciones se cumplen a cabalidad, es la única forma de reducir el contagio”.
El especialista recordó que si solo se pretende luchar contra la enfermedad desde los hospitales, se puede pintar un panorama lúgubre por la falta de disponibilidad de camas. “En los hospitales estamos perdiendo. La batalla afuera estamos perdiendo”, sentenció.
El doctor adelantó que, de seguir esta tendencia, muchas más personas morirán en sus casas o antes de llegar a internaciones o de conseguir algún sitio en terapia intensiva. “La tasa de mortalidad es la misma en todo el mundo, lo que cambia es la forma de dar atención a las personas. La mayoría muere en terapia (…) (pero los números de la gente que muere en sus casas) van a ser mayores de los que mueren en terapia”, aventuró.
Fusillo también advirtió que la vacunación no implica evitar los contagios, sino un método de contención contra la mortalidad de la enfermedad. Dijo que los paraguayos que van a los EE.UU. a vacunarse podrían contraer otras variantes más dañinas del virus que, al volver, podrían traer a nuestro país.