Hasta las cinco torres de oficinas del Gobierno -iniciadas en julio del 2018- están por ser terminadas y entregadas. Sin embargo, la obra del Memorial y Centro Cultural 1-A del Ycuá Bolaños, cuya palada inicial fue en agosto del 2017, continúa y hasta el momento no se tiene fecha de entrega de la estructura bruta como de las ambientaciones de las que consta el proyecto ejecutivo.
El Sitio de Memoria y Centro Cultural 1-A Ycuá Bolaños es ejecutado desde agosto del 2017 sobre la avenida Artigas esquina Santísima Trinidad de la capital, específicamente en el siniestrado exsupermercado Ycuá Bolaños. En el lugar se desató uno de los incendios de mayor magnitud del país que cobró la vida de más de 400 personas el 1 de agosto del 2004. Tras este episodio, el punto en cuestión estuvo en dejadez por más de 13 años.
Al momento de la intervención del edificio en ruinas, varias personas se encontraban viviendo en las instalaciones. Ya en el 2016, la Municipalidad, junto con la Secretaría Nacional de Cultura anunciaron el lanzamiento de un concurso público para la creación de un memorial en recordación a las víctimas del siniestro y del cual resultó ganador el estudio del arquitecto Francisco Tómboly.
¿Por qué se torna interminable?
De acuerdo a nuestro archivo, durante la palada inicial, las autoridades indicaron que el Memorial estaría ya abierto al público para antes de agosto del 2019 y que la inversión destinada a la ejecución del proyecto arquitectónico asciende a más de G. 14.000 millones. El lugar está a cargo de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC).
En estos días, el arquitecto Francisco Tómboly, director de obra, explicó que se atravesó por “muchos trastornos, partiendo del covid”. Recordó inclusive que por un tiempo estuvo totalmente parada la obra y que interfirió además el hecho de que se debían subsanar algunas deudas del predio, lo que también afectó el ritmo de edificación.
Sostuvo que la obra bruta está “casi terminada”, no obstante, aclaró que el equipamiento y la puesta en funcionamiento de determinadas dependencias también fueron postergadas y dependen en su mayoría de la entrega de la estructura y de algunas licitaciones.
Sobre el punto fue consultado también el ingeniero Guillermo Barrail, representante de la firma Barrail Hnos, que tiene a cargo la construcción del Memorial. Este mencionó que efectivamente es como explica el arquitecto Tómboly (los motivos de la dilación) y agregó que también hubo retrasos y problemas de desembolsos.
“En cuanto al pago suele haber retrasos y luego se ponen al día (por la SNC). También proveedores de servicios que antes teníamos ya no los tenemos. Hubo problemas de paro (de obras en la pandemia) y a nuestra empresa le afectó, le descompaginó. No es tan sencillo canalizar una obra con otra. En líneas generales es eso”, argumentó.
Indicó que todo apunta a que este 1A la obra (estructura) esté lista para conmemorar el aniversario con los familiares de las víctimas, pero remarcó que no es segura. “La estructura está terminada. Faltan detalles y coordinación entre empresas que tienen otras licitaciones ganadas (dentro del predio)”, dijo, recordando que el proyecto se presupuestó en partes.
¿Qué contempla el proyecto?
El monumento que prevé conservar “cicatrices” del edificio anterior, como las escaleras y las rampas, deberá contar con aulas, auditorio para 400 personas, salones de uso múltiple y el memorial donde estará toda la información de la tragedia del 1A. Asimismo, se había anunciado que tendrá un centro de documentación con biblioteca y cafetería.
Además, la estructura de hormigón comprendería un gran espejo de agua central con 400 perforaciones en la losa, a través de las cuales ingresarían los haces de luz natural en memoria a los casi 400 fallecidos. Este lugar funcionará con agua tratada con elementos naturales, piedras filtrantes, plantas acuáticas, peces y más, según se anunció.