En una conversación con ABC este martes, González admitió que los contratos que Paraguay firmó con las farmacéuticas de las que compró las vacunas antiCOVID tienen cláusulas leoninas y que ni siquiera en esos documentos se establece un cronograma de entrega de las dosis, por lo que todo depende de la voluntad de estas empresas para la distribución.
“Ojalá que en este caso podamos hablar sobre los conceptos que incluyen los contratos. Hay conceptos sumamente leoninos. Ninguno de esos contratos tiene cronogramas establecidos”, sostuvo.
La semana pasada, la Comisión Bicameral de Control de Gastos por el COVID reportó que Paraguay pagó cerca de US$ 26 millones por vacunas que aún no recibió. Según el informe, el mayor porcentaje de las dosis que llegaron al país fueron donaciones de otros países.
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González reconoció este problema y admitió que el hecho de que Paraguay haya cerrado tratos por menos dinero por cada dosis incidió en la “preferencia” de las farmacéuticas a la hora de entregar sus insumos.
Como ejemplo, citó el caso de Chile, que llegó a pagar hasta US$ 30 por cada vacuna, sin citar a qué farmacéutica. Paraguay pagó US$ 6 por esas mismas vacunas, reveló González, lo que colocó a nuestro país en un furgón de cola a la hora de tener preferencia.
El asesor del presidente Abdo pidió comprensión y empatía hacia el Gobierno, dando a entender que lo que el Ejecutivo quería era siempre ahorrar dinero y conseguir buen precio por estas vacunas. En otro momento, aseguró que el mecanismo Covax “falló con todos” y no solo con Paraguay.
Consultado sobre por qué Paraguay no negoció antes con otras farmacéuticas además del mecanismo Covax, respondió que eso fue algo que sí se hizo y que se “pusieron los huevos en diferentes canastas”, pero que existen factores de capacidad de producción que no permiten cumplir los contratos que nuestro país firmó con las empresas.
Otro de los motivos es la cuestión política: Paraguay compró 1.000.000 de dosis de las vacunas chinas Sinopharm, pero aún no las recibe. En ese contexto, González fue el único representante del Gobierno que deslizó que esto puede deberse a las relaciones que Paraguay sostiene con Taiwán y no con China Continental.
Si bien no lo mencionó directamente, citó el caso de Uruguay que, frente al fracaso con Covax, negoció rápidamente con China para vacunar a su población con dosis producidas en China Continental, algo que –según dio a entender– Paraguay no lo pudo hacer por una cuestión “geopolítica”.
Sobre las vacunas que EE.UU. entregará a otros países –80 millones de dosis en total– dijo que espera que Paraguay pueda recibir algunas de estas y que, de ser necesario, nuestro país podría comprarlas. Añadió que están esperando más información sobre si estarán a la venta o serán donaciones.
Sobre el anuncio de que estas dosis se distribuirán vía mecanismo Covax, aseguró que Paraguay, de confirmarse esto, “sí pondría dudas y dificultades. No recibimos aún la comunicación de cómo lo harían, ni cuándo y dónde (se van a distribuir las vacunas)”, señaló.
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Finalmente, dijo a finales de este mes llegarán “números importantes” de dosis para que el Ministerio de Salud pueda bajar el rango etario y ampliar la franja de vacunación. El MSP baja a partir de hoy el rango de edad para la vacunación de los nacidos hasta 1956, es decir, adultos mayores de más de 65 años cumplidos o que estén por cumplirlos.
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