Paraguay debe apuntar a la producción de medicamentos y estimular la investigación y elaboración de vacunas, afirman

Para el Dr. Tomás Mateo Balmelli, las fallas en la administración y gestión de la pandemia por parte del Gobierno nacional desencadenaron el alto número de fallecidos por COVID-19. Sostuvo que a partir de ahora es necesario lograr una “soberanía sanitaria”, fortaleciendo la industria de medicamentos, estimulando la investigación y hasta la elaboración de vacunas en Paraguay.

Según el plan nacional de vacunación, por el momento solo están habilitados para la inmunización los profesionales de la salud, mayores de 75 años y personas de más de 60 años encamadas.Archivo, ABC Color
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Tomás Mateo Balmelli, médico pediatra, inmunólogo e infectólogo, hizo un análisis sobre la pandemia del coronavirus. En una entrevista en el programa “Líderes”, de ABC TV, señaló que la pandemia del COVID-19 primeramente fue mal gestionada desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) y luego, en Paraguay, el Gobierno dispuso una “cuarentena precoz”, no fortaleció el sistema de salud como lo había prometido y luego liberó las restricciones en el momento de mayor contagios en el país, lo que llevó a una crisis sanitaria, económica y política.

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“El mundo no estaba preparado para esta pandemia. Hubo negligencias en administración y gestión de la pandemia a nivel nacional, muchas desprolijidades, mala lectura de la misma, encierros muy prolongados para fortalecer el sistema sanitario y que por incapacidad no pudieron hacerlo en poco tiempo y tuvieron que encerrarnos siete meses y conllevó a crisis económica, social y política. Todo eso enmaraña el objetivo principal que es la salud y la vida, por lo que hoy tenemos más de 6.000 paraguayos que perdieron la vida”, manifestó

Balmelli afirmó que si la OMS no hubiese tenido esa gestión, el comportamiento de la pandemia hubiese sido diferente. “La OMS ‘tapó’ la pandemia que ya se había iniciado en noviembre en China y lo publica cuando el virus ya estaba diseminado y era tarde”, dijo.

Doctor Tomás Mateo Balmelli

Sobre el pronunciado incremento en el número de contagios que se vio a partir de febrero de este año en nuestro país, indicó: “Creo que fuimos a una cuarentena precoz, a destiempo, pero apoyamos porque la idea era fortalecer el sistema sanitario. Todos apoyamos esos 14 o 21 días de cuarentena, esperando el famoso avión chino que recién llegó el 18 de abril. El 27 de abril es supervisado y el 28 de abril fue rechazado por no regirse por las especificaciones técnicas. Es decir que del 10 de marzo al 28 de abril no hicimos nada, lo que hace que la cuarentena estricta que debía ser 14 o 21 días se extienda a tres meses”.

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“En octubre se levantan las fases, en pleno pico. En enero muchos paraguayos fueron a veranear al Brasil, ahí traen las variantes mutagénicas, que son tres veces más transmisibles. La de Wuhan era de 1 en 3, esta es 1 en 9. La curva de contagios y mortalidad disminuirá cuando el total de infectados por día sea menor al total de recuperados”, añadió.

“Nunca se gana al coronavirus en hospitales”

Balmelli afirmó que la batalla al coronavirus debe desarrollarse en las calles, con la educación sanitaria, y no en los hospitales. Además, indicó la importancia de una “soberanía sanitaria” en la pospandemia.

“Cada paciente se hospitaliza 12 días y en terapia 21 días; en cambio, el virus se está transmitiendo cada 24 horas. Nunca se le gana al coronavirus, las pandemias se gestionan y se administran. Nunca le des lucha a este tipo de virus en los hospitales, dale lucha en la calle con conciencia ciudadana, educación sanitaria, fortalecer la industria farmacéutica nacional, repartir el saturómetro, que hoy es un elemento tan básico como el termómetro. Es necesaria una soberanía sanitaria, fortalecer la industria nacional de medicamentos, estimular la investigación. Acá hay laboratorios que están preparados para fabricar vacunas. Hay que empezar a pensar en el futuro, en la pospandemia”, apuntó.

“Si Argentina y Brasil fabrican vacunas, ¿por qué Paraguay no? Si nosotros somos grandes exportadores de vacunas contra la aftosa. Acá tenemos laboratorios que están preparados para fabricar vacunas, hay que estimular eso, comunicarse con la ciudadanía. Creo que el paraguayo fue muy solidario con el Gobierno durante esta cuarentena”, añadió.

Afirmó además que es muy importante la educación sanitaria y que las instituciones del Gobierno deben “salir a las calles” a hablar sobre el COVID-19 y concienciar sobre la enfermedad.

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¿De qué mueren los infectados con COVID-19?

El doctor dijo que el COVID-19 es el “autor intelectual” de las muertes. “Mueren con el COVID-19, que desencadena las falencias de diferentes órganos y sistemas del aparato generalmente en individuos con una degeneración natural de sus funciones. El COVID-19 desencadena una tormenta inflamatoria inmunológica que hace que claudique. Eso hace que se generen formación de coágulos, tromboembolias, bloqueos renales, paros cardíacos, embolias pulmonares, etc., pero es como consecuencia de una respuesta inmunológica que conduce a una inflamación sistémica de todo el aparato. El COVID-19 es el disparador”, manifestó.

En cuanto a la conciencia ciudadana para enfrentar la pandemia, el profesional sostuvo: “Con las herramientas que le ofrecimos, le felicito a la ciudadanía. Si hay clandestinos es porque los agentes públicos lo permiten. ¿Dónde están la Fiscalía y la Policía? El decreto es un papel, hay que hacer trabajo de campo”.

Por otro lado, dijo que actualmente estamos en la “verdadera ola” de la pandemia y que seguirá subiendo durante todo mayo; en agosto o setiembre se podrá ver el pico cuando descienda el número de infectados diarios y se equilibre el número entre infectados y recuperados, según analizó.

Así también, dijo que para llegar a la inmunidad de rebaño se debe apuntar a la vacunación del 85% de la población. “Vacunar lentamente es darle un día más al virus para que pueda crear una nueva variante mutagénica y esa variante pueda no ser reconocida por las vacunas actuales”, indicó. También habló sobre la diferencia entre las vacunas existentes y dijo: “La mejor vacuna es la que está a nuestro alcance. Esa es la mejor vacuna”.

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