¿Qué es ser políglota?
Técnicamente una persona bilingüe ya entraría en la categoría de políglota, pero algunas corrientes consideran como políglota recién a quien hable desde cuatro lenguas distintas e hiperpolíglota al que se pueda comunicar fluidamente en más de 10. El multilingüismo ha sido estudiado en profundidad en los últimos años ya sea desde la lingüística misma o desde las neurociencias y otras aristas.
Las razones para aprender idiomas son variadas; algunos lo hacen porque van a viajar a algún lugar y desean poder comunicarse en el idioma del sitio, otros por trabajo, estudios o por el simple placer de poder entender su serie favorita en idioma original. También el amor suele ser un factor; hay quien se enamora de un extranjero y aprende con velocidad buenas frases para aumentar las posibilidades de conquista. Sea el motivo que sea, los expertos señalan que algo primordial para poder aprender una nueva lengua es tener motivos claros y fuertes para hacerlo, estudiar “porque sí” no parece dar muchos frutos. ¿Por qué a algunas personas les resulta tan fácil mientras que otros pasan malos ratos intentándolo? Las teorías son varias.
Algunas respuestas desde la fonoaudiología
María José Celano es licenciada. en fonoaudiología, y se dedica a la evaluación, diagnóstico e intervención en alteraciones de la comunicación, lenguaje y habla en niños. La experta señala que el cerebro humano nace predispuesto a absorber todo lo que el entorno le ofrece, “es un mito considerar que si un niño es expuesto a más de un idioma durante su desarrollo es contraproducente, lo que ocurre es completamente lo opuesto; estar expuesto desde etapas tempranas resulta muy estimulante para el neurodesarrollo”, dice y con esto derriba la creencia que algunas parejas tienen en relación a los idiomas que van a hablar frente a sus chicos cuando, por ejemplo, el padre es de una nacionalidad y la madre de otra.
Celano explica que es conveniente que los niños aprendan varios idiomas, la edad no es un limitante y ya desde bebés pueden ser expuestos a otras lenguas, por ejemplo a canciones en otros idiomas y de a poco se puede ir complejizando. Sin embargo en niños con desafíos en la comunicación es más favorable primeramente afianzar sus habilidades comunicativas en su lengua materna, y una vez que los desafíos sean superados y si el aprendizaje de un segundo idioma es de su interés, podría ser favorable la enseñanza del mismo, aclara.
Muchas veces sucede que, al hablar un segundo idioma algunos logran un acento adecuado y a otros les cuesta mucho más imitar los sonidos de la lengua distinta a la materna. La fonoaudióloga comenta que esto está muchas veces relacionado a la edad de adquisición de la segunda lengua; el cerebro en los primeros años de vida está predispuesto a aprender cualquier idioma y es capaz de captar los sonidos de diferentes lenguajes, pero a medida que el niño crece esta habilidad se va limitando a la lengua materna, motivo por el cual al aprender un segundo idioma el acento de la lengua materna es, por decirlo de alguna manera, “más fuerte” y notorio.
Desde la fonoaudiología se pueden trabajar problemas de comunicación que surgen al intentar hablar una segunda lengua, aún cuando estos problemas no existían en la comunicación en la lengua materna, pero es necesario que el profesional maneje dicho idioma, ya que cada lengua tiene sus respectivas reglas gramaticales, sintácticas y fonéticas, explica. Además, se puede educar o entrenar al oído para entender varios idiomas; algunas personas afirman entender perfectamente un idioma escrito, pero no logran comprender cuando alguien les habla en tal idioma, no pueden diferenciar los sonidos. Tal dificultad sucede porque las habilidades utilizadas y las áreas del cerebro que intervienen para comprender el lenguaje escrito son diferentes a las utilizadas para la comprensión auditiva y por ende uno puede ser más competente para una habilidad que para la otra, concluye Celano.
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En la carrera para retrasar el deterioro cognitivo
Así como se recomienda hacer actividad física para cuidar el cuerpo, varias son las sugerencias para cuidar la mente. Este parece ser un motivo recurrente para decidir estudiar un idioma nuevo ya en edad adulta, puesto que son varios los estudios que señalan los beneficios de esta práctica.
La neuroplasticidad se refiere a la capacidad que tiene el sistema nervioso de adoptar cambios tanto estructurales como funcionales, como respuesta a estímulos o condiciones de la persona y el entorno, ya sea en un contexto patológico o de desarrollo individual, expone el Dr. Geraldino A. Godoy Larroza, médico especializado en Neurología Clínica Adultos. “En este aspecto, el multilingüismo utiliza esa capacidad de neuroplasticidad y promueve el desarrollo de nuevas redes neuronales y sus interacciones con otras similares, así como también la amplificación de conexiones e interrelaciones entre diferentes áreas cerebrales”, dice y agrega que el momento o la edad en que se aprende un segundo idioma es crucial en ciertos aspectos, ya que a pesar de que las funciones de vocabulario y la gramática permanecen intactas hasta edades avanzadas, las funciones fonológicas se degradan en edades más tempranas; el aprendizaje de idiomas a edades tempranas promueve el desarrollo de ciertas capacidades cognitivas no lingüísticas como la capacidad de resolución de problemas, atención, memoria, desarrollo de movimientos motores complejos, entre otros; al punto inclusive de establecer cambios estructurales y funcionales claves para la estructura del cerebro adulto.
“Se sabe que mantenerse cognitivamente activo promueve el desarrollo de una “reserva cognitiva” que promueve el retraso en la aparición de los síntomas de deterioro de la memoria y otras capacidades mentales superiores, que podría estar asociado a enfermedades como la de Alzheimer”, expone el neurólogo y prosigue explicando que aprender y desarrollar actividades nuevas para el individuo en general es de lo más estimulante; y en ese aspecto se adecua el aprendizaje de un nuevo idioma, inclusive en el adulto. El doctor aclara que, más que aprender una lengua, el objetivo sería practicarla con cierta regularidad, ya que -al igual que el ejercicio físico- en las actividades cognitivas es la práctica frecuente lo que aporta los beneficios inherentes a la salud.
Además, al entrar en el campo de la cognición y el adulto la finalidad es distinta que si nos planteamos la situación en un niño, dice y añade que en este caso está relacionado con la aparición del deterioro cognitivo, “es relevante decir que debe ir acompañado de un estilo de vida adecuado, con una dieta equilibrada, actividad física diaria, relacionamiento y actividades sociales”.
Otros grandes pros que presenta el cerebro bilingüe o multilingüe son una mayor capacidad de atención y concentración, control ejecutivo, capacidad de resolución de problemas y memoria, cita el médico y también explica que por lo general los multilingües son personas más explícitas, flexibles, eficientes y creativas. “Estas capacidades aseguran un mejor desempeño en tareas cognitivas a lo largo de la vida, inclusive durante el envejecimiento”, afirma.
“Se ha demostrado que los cerebros multilingües tienen un mayor desarrollo de la sustancia blanca cerebral con mayor interconexión neuronal por mayores sinapsis, además de un engrosamiento de la corteza cerebral que contiene a la sustancia gris que representa a los cuerpos neuronales, y en especial en la región frontal izquierda donde yace el área del lenguaje y las funciones ejecutivas”. También aclara que el multilingüismo no hace a la persona necesariamente más inteligente; lo que se consigue es más bien una mente más sana, compleja y activa.
Las dificultades para aprender un nuevo idioma son muy variadas y se podrían dividir en diferentes aspectos, como estructurales tras lesiones cerebrales que afecten regiones como la del lenguaje, enfermedades como déficit de atención, trastornos del humor y la conducta, déficits neurológicos funcionales secuelares, etc., explica. Por otra parte, aunque no es una dificultad inherente a la persona, la accesibilidad y el costo son otras limitantes no menores que cita el neurólogo.
Señala que lo ideal siempre es tratar de hacerlo a edades tempranas por la capacidad del cerebro del niño y el desarrollo posterior; ya que en la edad adulta por lo general estamos influenciados por otros aspectos a los que los niños no están expuestos, y en ocasiones también a situaciones inherentes a la salud. Por otra parte el individuo es justamente eso, una persona única con intereses, destrezas y talentos diferentes, dice, por lo que se infiere que muchas veces quizás solo no estamos honestamente predispuestos.
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Diferentes niveles de complejidad para aprender idiomas
Hoy en día la oferta de aprendizaje de idiomas es vasta y existen varias apps bastante fáciles de utilizar que ayudan en esto; por lo general no exigen más de 15 minutos al día y vienen en formato lúdico con imágenes y sonidos, por lo que son varias las personas que las usan y afirman que aprenden casi jugando. Un punto clave de estas aplicaciones es la utilización del refuerzo positivo; simpáticos personajes festejan con bombos y platillos cada acierto y ante los errores nunca falta un “tú puedes” o “los errores son parte del aprendizaje”. Esta metodología es -sin duda- parte del éxito de esta opción muchas veces gratuita, como es el caso de Duolingo, que entre sus idiomas hasta ofrece el guaraní.
Expertos señalan que hasta se puede apuntar a aprender varios idiomas nuevos a la vez, pero estos deben ser preferiblemente bien diferentes. No es buena idea volcarse a dos lenguas con la misma raíz, porque podrían prestarse a confusiones; se sugiere afianzar primero una y luego probar con la otra. Aunque si estas son totalmente diferentes -como por ejemplo el ruso y el portugués- podría uno ponerse como meta aprender ambos idiomas al mismo tiempo. A partir de cierto número de idiomas los políglotas sugieren que les resulta cada vez más fácil sumar uno nuevo, puesto que, dependiendo de las raíces, estos pueden tener características similares que facilitan su comprensión para quien ya tiene de base otra lengua de la misma familia.
Además de las apps los políglotas afirman que es de gran ayuda escuchar música y ver películas en el idioma que uno está estudiando, para familiarizarse cada vez más con el idioma y, si es posible, charlar con amigos que hablen dicho idioma para así ponerlo en práctica en la mayor cantidad de ocasiones.
Hay quienes van mucho más allá y estudian idiomas extranjeros a gran profundidad. Uno de los idiomas más requeridos es, por supuesto, el inglés, por su obvia utilidad en la contemporaneidad. Gracias al manejo de este idioma es posible acceder a contenido especializado sobre casi cualquier tema pero, ¿qué más estudian los paraguayos?
Valentina Canese es egresada de la Licenciatura en Lengua Inglesa y tiene un Máster en Estudios de Políticas Lingüísticas en la Educación y un PhD en Currículum e Instrucción con énfasis en Lengua y Lectoescritura; actualmente es Directora del Instituto Superior de Lenguas de la Universidad Nacional de Asunción y confirma que la carrera con mayor demanda en la institución es la Licenciatura en Lengua Inglesa. “Esto se debe principalmente a la demanda que existe en el mercado de profesionales de esta lengua, en muchas áreas, incluyendo la docencia y la traducción. No obstante, para las otras licenciaturas (Lengua Alemana, Lengua Francesa, Lengua Portuguesa y Lengua Guaraní) también hay mucha oferta laboral para nuestros egresados, quienes muchas veces durante la carrera ya consiguen trabajos en puestos relacionados a la carrera”, comenta.
Canese sostiene que la diferencia entre estas carreras y el inglés es también el estatus de la lengua y el acceso que tienen los jóvenes al estudio de la misma. En el caso de la Licenciatura en Lengua Guaraní también hay bastante demanda, principalmente en los últimos años, dice.
La experta cuenta que algunos egresados vuelven a estudiar otra licenciatura; no es muy común pues no es posible hacerlo al mismo tiempo, sino que debe hacerse de forma consecutiva, culminar una y luego se puede estudiar la otra -porque las clases se dictan en el mismo horario-. Es mucho más frecuente que los egresados de estas carreras accedan luego a estudios más avanzados en la misma lengua que eligieron antes, como programas de posgrado a nivel de maestría y doctorado.
Una de las opciones laborales es la de la traducción. Para ser traductor se necesita tener un dominio avanzado de las dos lenguas en las que uno se especializa, explica, por ejemplo inglés y español, o español y guaraní. Además, se debe tener conocimiento de vocabulario especializado, sobre todo cuando se van a realizar traducciones legales o de otra índole como traducciones técnicas o literarias, aclara y cita que en muchos países los estudios de traducción son a nivel de posgrado.
En cuanto a las estadísticas, cuenta que históricamente siempre hubo más estudiantes mujeres que varones, sin embargo en los últimos años ha aumentado la cantidad de hombres que estudian las carreras de lengua.
Según las entrevistas a postulantes realizadas durante los últimos años estos indican en muchos casos que siempre les gustó la lengua y por eso se quieren especializar. “Es importante recalcar que las carreras de lengua tienen exigencias muy similares a otras carreras en Humanidades o Ciencias Sociales y que los estudiantes deben estudiar algunas asignaturas que requieren de perseverancia y dedicación para poder aprobarlas, como son la Lingüística en sus varias ramas, la Literatura, la Pedagogía y los Estudios de la Traducción”, concluye.
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En definitiva, se trata de un mundo fascinante digno de ser explorado.