Núñez lamentó que las medidas restrictivas aplicadas en Semana Santa no se vean reflejadas positivamente en los números en terapia intensiva.
“Estábamos esperanzados en que las medidas de Semana Santa tuviesen una repercusión positiva en el numero de contagios, pero no tuvimos el resultado esperado. El esfuerzo no tuvo sus frutos”, señaló.
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El profesional de blanco indicó que actualmente existen 83 pedidos de derivación a Unidad de Terapia Intensiva (UTI) a nivel país: 41 nuevos y 42 previos. “La situación sigue siendo crítica para la terapia”, lamentó Núñez.
Hasta ayer, había 536 pacientes en UTI en el sector privado y público.
En cuanto a los fallecidos, Núñez indicó: “Vemos que el factor común es la consulta tardía y la automedicación. Estamos viendo jóvenes que no tienen patologías (...) Nos hace pensar que estaban automedicados en sus domicilios o no prestaron atención a los síntomas”.
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“Cuando uno es diagnosticado con COVID-19 debe acudir a la consulta para que se les explique cuáles son los signos de alarma. Se les recomienda tener un saturómetro para controlar el nivel de oxigenación de los pacientes. Esta enfermedad tiene de particular que el paciente puede estar bien y, de un momento para el otro, puede puede caer el nivel de oxígeno en sangre sin que presente síntomas, pero ya estando en una situación complicada”, explicó.
Consultado acerca de cómo hacen en el caso de que se libere una cama de terapia intensiva, sostuvo: “La premisa siempre es asistir al paciente más grave. Hay pacientes con máscara facial, otros con máquinas de alto flujo, otros intubados en salas terapizadas. Si se libera una cama de terapia intensiva, es potestad del jefe de esa sala decidir quién de esos pacientes va a ir ingresando. El denominador común es cuál es el paciente más grave y el menos asistido. Lo difícil del momento es tener una sola cama y cinco pacientes para ingresar”.
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Núñez dijo que la vacunación hará que los números de casos graves disminuyan. “La vacunación es la mejor estrategia para esta situación. La vacuna evita la mortalidad y los casos severos de la enfermedad”, afirmó.
El aumento de pacientes que necesitan atención en UTI y la escasez de camas siguen siendo una problemática que preocupa a los médicos de nuestro país. A la vez, el número de fallecidos ya superó los 100 por día.