La víctima fue identificada como Anselma Villalba de Barboza (77), quien habitaba solitariamente una humilde casita alejada del resto de la población, lo que la hacía el blanco más fácil de todos los ladrones del barrio, según las fuentes.
A causa de esta situación, la mujer aparentemente invirtió parte de sus ahorros en la compra de un revólver calibre 22. Sin embargo, en la madrugada del lunes, los delincuentes, quienes serían jóvenes adictos al crack abrieron un boquete en la pared del baño por donde ingresaron al interior de la vivienda.
Los intrusos, aparentemente sorprendieron a la víctima en su habitación. La dueña de casa posiblemente se percató de la presencia de los extraños y al intentar defenderse con su arma posiblemente fue reducida y desarmada, luego la mataron de un tiro en el rostro, tras lo cual los malvivientes escaparon del lugar con el arma.
El caso recién fue descubierto en la tardecita del lunes, cuando algunos allegados llegaron a la casa y encontraron el hueco en la pared y a la mujer tendida en el piso. Algunos vecinos confirmaron a los investigadores que escucharon el disparo alrededor de las 03:30, pero nadie podría sospechar lo que estaba ocurriendo, según informaron fuentes de la comisaría local.