Recordó que existe una ley que declara obligatoria la vacunación contra la fiebre aftosa, la N° 808, que se hace a través de su asociación público-privada y de la Asociación Rural del Paraguay (ARP).
Reconoció que efectivamente hubo un aumento del orden del 30% en el costo de vacunación para este segundo periodo, pues ahora se abonan G. 4.300, siendo que antes se pagaban G. 3.300.
Argumentó que el motivo de esta suba se debe al costo fijo de mantener la estructura operativa y el costo residual por cada animal vacunado. En Alto Paraná, ejemplificó, el costo promedio está en G. 6.000 o G. 7.000 por animal vacunado; en el Chaco, en cambio, el costo baja a G. 800 o 900 por animal vacunado.
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A menos cabezas vacunadas, aumenta costo
Dijo que el aumento fue porque en 2017 se vacunaban 35 millones de cabezas por año, lo que se traduce en 2.5 veces por año que el ganadero pasaba por el corral para vacunar a su animal
Eso es debido a que los exámenes de inmunidad que realizaron en el año 2016 indicaron que ya el costo-beneficio de seguir vacunando era alto porque los niveles de inmunidad estaban por encima del 90%.
Ese porcentaje de inmunidad siguió aumentándose, por lo que bajaron a 28 millones de cabezas vacunadas por año, y a fines de 2018 descendió a 22 millones de cabezas vacunadas por año.
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Desciende cifra de cabezas vacunadas
Posteriormente, este año se bajó la cifra a 18 millones, es decir casi el 30% de lo que se vacunó en 2020. Ahora mismo se hacen exámenes de inmunidad nuevamente para ver la efectividad del primer periodo, que culminó el 26 de marzo.
Reconoció que faltó más comunicación cuando se decidió subir el precio de las vacunas, lo que es una potestad de la Fundasa.
No obstante, dijo que el productor promedio va a abonar aproximadamente entre el 30 y el 35% menos en este periodo, pero el costo por animal vacunado será mayor, debido a que baja la cantidad de animales a vacunar.
Admitió que este punto es una materia pendiente y que se comprometen a transparentar y comunicar mejor lo que está pasando.
La inmunidad crece
Vaticinó que cada vez se vacunará a menos animales, debido a que la inmunidad ha crecido. Debido a esto, afirmó que hay una estructura pública o privada que indefectiblemente hay que mantener o, en todo caso, asignarle nuevas tareas.
Recordó que desde 2018 también se vacuna sistemáticamente dos veces al año contra la brucelosis sin incrementar el costo de la certificación.
Le dio mucha importancia a la certificación por la cantidad de pequeños productores que existen y cuando la vacunación está certificada se mantiene la calidad.
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Fundasa maneja las vacunaciones
Comentó que la Fundasa (Fundación Servicios de Salud Animal) tiene una estructura de vacunación compuesta por una comisión, un consejo administrativo un consejo consultivo y 25 presidentes de diferentes comisiones de salud animal que trabajan con la Rural.
Indicó que desde Senacsa no tienen posición en ese grupo, sino que solo trabajan los planes operativos, mientras que la parte ejecutora la lleva Fundasa.
Afirmó que existen algunas auditorías por parte de Senacsa, pero admitió que falta mejorar.
En cuanto a la posibilidad de utilizar la estructura del Senacsa para las campañas de vacunación antiCOVID a nivel país, Martins dijo que sí conversó con el director de Vigilancia de la Salud, pero que aún esperan que vengan más vacunas.
Afirmó que la cadena de frío del Senacsa es apta para poder manejar los biológicos antiCOVID.
Significativo aumento de exportación de carne
Por último, enfatizó que Paraguay este año tuvo un 35% de aumento en exportaciones y que el costo de vacunación más vacuna sigue siendo el segundo más barato de la región después del Brasil.
Contó que hay un aumento muy importante de consumo de carne por parte de Chile, lo que generó el crecimiento de la exportación.
Reconoció que hoy existe un problema de logística debido a que aumentó la exportación y se superó la capacidad de traslado, aunque de todos modos estas son buenas noticias, resaltó Martins.