Una serie de llamativas actuaciones han marcado el actuar del Ministerio Público en el caso de la cocaína hallada en el interior de un cargamento de carbón en octubre del año pasado y que formaba parte de un megacargamento incautado en territorio europeo y paraguayo.
Hasta el momento, la fiscal Elva Cáceres imputó solo al abogado Cristian Turrini; y al empresario Alberto Ayala Jacquet. A lo largo de los seis meses que ha durado el proceso han surgido numerosas cuestiones llamativas, según datos y documentos a los que tuvo acceso ABC Color.
No tomaron huellas a mesa y choferes no declaran
Por ejemplo, el Ministerio Público allanó en dos oportunidades el depósito alquilado por Turrini en el barrio Universo de Mariano Roque Alonso. Durante el primer procedimiento no hallaron mayores detalles; sin embargo, sí lo hicieron durante el segundo.
Curiosamente, durante el segundo procedimiento hallaron una mesa de acero inoxidable. El objeto fue analizado sin notificar a las partes y se habló del hallazgo de rastros de supuesta cocaína.
Curiosamente, la Fiscalía se negó al levantamiento de huellas dactilares que pudieran existir en el mueble, planteado como anticipo por parte de la defensa de Turrini.
Los informes policiales sostienen que la sospecha gira en torno a que la droga habría sido cargada en el depósito ubicado en Mariano Roque Alonso; pero la Fiscalía hasta el momento no tomó declaración a los conductores encargados de retirar los vehículos y trasladarlos hasta el puerto donde debían ser embarcados.
De acuerdo a la reconstrucción, el viaje desde el depósito hasta el puerto privado debía durar unas dos horas. Sin embargo, los camiones tardaron once horas desde su salida del depósito hasta la llegada al puerto el día de la incautación del cargamento de droga.
A seis meses del inicio del proceso y a pesar de que fueron mencionados otros nombres como posibles vinculados o relacionados con el caso de megatráfico, la Fiscalía se mantiene solo en dos imputaciones.