Otra alternativa que se analiza es aumentar el monto del subsidio que se otorga por cada boleto vendido. El fin es mantener el precio del pasaje actual, de G. 2.300 por el servicio del bus convencional y de G. 3.400 por el diferencial, siendo la ayuda estatal G. 55 y G. 575 respectivamente.
Ambas son opciones, aún no fijadas, que forman parte de las negociaciones que se realizan con los empresarios del transporte público, conforme se pudo escuchar en la reunión de la comisión en la sede del Ministerio de Obras Públicas.
El encargado de despacho del Viceministerio de Transporte, Víctor Matto, explicó que los análisis que se desarrollan son técnicos y se estudian diversas variables, las cuales son complejas, y que se comunicará las decisiones una vez concretadas. La explicación dio luego que se le consultara acerca de la falta de apertura para conocer la discusión sobre la tarifa de la prestación, costos que interesan a todos los usuarios del transporte y a los contribuyentes del país.
Hasta el momento no hay una decisión sobre la tarifa, y así, al parecer continuarán las “reguladas” de frecuencia de los buses.
Los empresarios se exponen a multas de G. 4 millones y una vez abonado –y cumpliendo otras exigencias– pueden cobrar el subsidio, sin importar la cantidad de pasajeros que trasladaron o no.