En su homilía, Valenzuela recordó la importancia de la resurrección de Cristo para la humanidad y al mismo tiempo se refirió a la realidad que atraviesa el país aquejado por la pandemia.
“Hemos vivido sacudidas sociales muy fuertes, descontentos y manifestaciones de todo género. La situación de la pandemia ha descubierto la precariedad en todos los niveles, comenzando por la salud pública. Hubo necesidad de programar mejor las respuestas necesarias a la pandemia que, en este tiempo, todo desborda”, indicó Valenzuela.
En otro momento planteó la reconciliación con Dios y entre nosotros, “dejando atrás rencillas, odios, enemistades, como también el robo y el apropiarse indebidamente de los bienes del pueblo, a lo que llamamos corrupción”. Pidió buscar el bienestar de todos y apostar al diálogo, camino de solución de una paz duradera, en la justicia y la solidaridad.
Pidió también al Gobierno reorientar su política sanitaria con atención a los enfermos, provisión de medicamentos, importación de las vacunas, ampliación de los servicios hospitalarios, sanitarios básicos y familiares. A los ciudadanos instó a ser conscientes y cumplir estrictamente las normas sanitarias.
“Es tiempo que las autoridades reorganicen con sabiduría los servicios indispensables para superar la pandemia que seguramente tendremos que saber convivir con ella durante mucho tiempo”, apuntó
Según Valenzuela, no basta enfrentar la pandemia con soluciones adecuadas de la salud pública, “debemos volver más a Dios, al primer mandamiento, fuente y raíz de la felicidad de la humanidad.”
Finalmente abogó por la fraternidad a la construcción de mejores condiciones de vida para todos, comenzando por los enfermos y los que perdieron el trabajo.