“Los individuos nos enfrentamos cada vez más a desafíos financieros pero somos los menos preparados para afrontarlos, en parte, porque no tenemos el conocimiento suficiente”, dijo la economista sobre la situación de los paraguayos a la hora de tomar decisiones en lo que refiere a qué hacer con el dinero.
Conforme señaló, son pocas las personas que toman decisiones financieras con base en conocimientos previos, consultas, comparaciones y otras informaciones que puedan servir de guía para elegir las mejores alternativas.
En ese sentido, citó un estudio de la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina en el que se explica cómo las familias paraguayas deciden qué hacer con el dinero: un 36% toma decisiones en pareja, 31% las toma solas, 18% hace consultas a otros miembros de su familia, 8% toma las decisiones solo y con su familia y 5% dejan la responsabilidad a su pareja.
Con relación a las fuentes de información sobre las cuales se toman dichas decisiones, mencionó que el 21% lo hace con base en experiencias anteriores, 17% por consejo o recomendación de amigos o familiares, 13% con base en la publicidad en televisión, 10% por recomendación de la empresa en la que trabaja, 10% por recomendación de familiares o amigos que trabajan en esa entidad financiera, 7% en base a publicidad en internet y 5% por parte de la entidad financiera.
Según manifestó, estos factores hacen que la información con la que se cuenta para tomar decisiones en cuanto al dinero sea muy limitada. “Si tomo decisiones con poca información, las probabilidades de que me vaya mal son elevadas”, sostuvo.
En ese sentido, manifestó que lo que se debe hacer para tomar mejores decisiones en cuanto a lo financiero es desarrollar una capacidad de análisis con base en la mayor cantidad de información que se puede obtener sobre el tema.
También es importante establecer los motivos por los cuales se precisa de una administración, gestión o ahorro, de acuerdo a sus precisiones.
Sobre el ahorro, enumeró las prioridades de los paraguayos a la hora de guardar dinero: comprarse una casa, pagarse los estudios, cubrir los estudios de los hijos, gastos varios, tener un negocio propio o comprar un vehículo son los principales.
La economista resaltó que también es importante ahorrar para la jubilación, porque cada vez es más difícil acceder a esta prestación. “Acá lo importante es establecer cuáles son los objetivos financieros prioritarios”, remarcó.