El decreto de retroceso de la cuarentena incidió ligeramente, pero lo que está afectando severamente al sector del turismo es la grave situación que está generando la misma pandemia en los diferentes destinos, comentó el presidente de la Asociación Paraguaya de Agencias de Viajes y Empresas de Turismo (Asatur), Carlos Cardozo.
Estimó que a principios de este año se sintió una reactivación que podría estimarse en un 20%, tras la paralización total, pero que ahora con muchos destinos importantes cerrados, Europa, Argentina; y con la situación de Brasil, las empresas solo piensan en sobrevivir este año nuevamente.
“Expertos internacionales en temas de turismo estiman que la facturación que se tuvo en 2019 recién podría tenerse nuevamente a partir del 2023 y 2024, y nuestro objetivo es sobrevivir en vida latente, en espera de la recuperación que vendría tras la vacunación general en el país y el mundo”, comentó Cardozo. Agregó que el 50% de unos 3.000 empleados, principalmente comisionistas, que trabajaban en unas 500 empresas de agencias de viajes de nuestro país, sigue suspendido desde el 2020 y que ahora podría empeorar ahora.
“No pedimos subsidios, solo diferir las cuentas y sostener las suspensiones, en tanto no exista recuperación del sector, no queremos perder el personal formado, capacitado y experimentado, que hacen la diferencia a una firma del rubro”, dijo.
Aclaró que las agencias de viajes trabajan en un 90% en turismo emisivo, lo que está casi totalmente paralizado; pero que el turismo interno, así como el turismo internacional por cuenta propia, en vehículos propios, es difícil de estimar y medir.
Explicó que el sector turismo, que ofrece un producto que no es de primera necesidad, lo que necesita es, sobre todo previsibilidad, eso significa que recién tras la vacunación general y la tranquilidad, las personas volverán a pensar nuevamente en viajar como antes, para reactivar las firmas del ramo. Destacó que con el crecimiento económico de nuestro país, en los últimos 10 años, el turismo de envío creció mucho y en consecuencia, las importantes empresas aerolíneas empezaron a mirar a nuestro país como un destino, pero ahora eso se frenó.
Admitió que, independientemente a la pandemia, el desarrollo de los medios electrónicos y la conectividad mundial, la autogestión para las reservas y compras de pasajes, restó en cierta forma la contratación de las agencias de viajes, pero que la seguridad y garantía confirmada en clientes satisfechos, da fortaleza a las firmas.
El transporte, en coma
Por otra parte, sobre el ramo del transporte del turismo, Jorge Nolo Quintana, dijo que su ramo está comparativamente como “en coma”, porque el magro 2020, con la ligera reactivación a principios de año, ahora casi está a un 10% del potencial laboral. “Muchas empresas de transporte del turismo han cerrado, vendido sus unidades para uso en otras actividades, tales como servicios en líneas intermunicipales; otros han devuelto por falta de pago y muy pocos quedan en espera de la reactivación”, respondió ante nuestra consulta.
Según los datos de Quintana al inicio del 2020 se estimaba que había unas 100 mipymes de transporte del turismo, con cerca de 500 unidades, la mayoría de las cuales están cerradas y solo están subsistiendo las empresas grandes que tienen servicios de líneas nacionales e internacionales.
Comentó que la situación está tan mal que no vale la pena salir a competir en precios, porque hay tan poca demanda, que los servicios que se pagaban entre G 5 millones y G. 6 millones ahora se ofrecen en G. 2,5 millones y G. 3 millones y existen muy malas experiencias de pérdidas por desperfectos, que no compensan.
“Actualmente estamos facturando menos del 10% de lo que se lograba en 2019, pero ahora vendiendo insumos médicos, haciendo deliverys, transporte casual de personal y uno que otro viaje corto. Así estamos subsistiendo las firmas que esperan la reactivación, el Gobierno debería ayudar efectivamente”, acotó.