Mientras una fila de pacientes aguardan ser atendidos, la directora del Hospital de Barrio Obrero, doctora Norma Velázquez, dijo que no están en desigualdad con los demás hospitales. “Llevamos la misma condición crítica, estamos reacondicionando camas que anteriormente usábamos para otras patologías, estamos convirtiendo en camas COVID, y lugares que consideramos ociosos. Hemos implementado como salas COVID, agregando nuevas camas. Hubo días en que fuimos colapsados y usamos sillones de hidratación, pero en otros días el flujo de pacientes disminuye un poquito”, explicó.
Según la galena, la cantidad “de lunes a viernes llega a 300 pacientes en general en Urgencias, 120 a 150 pacientes son respiratorios, y entre ellos 86 son COVID. Muchos son ya positivos, estamos viendo lastimosamente gente muy joven, antes pareciera que era solo privativo de adultos, ahora vemos gente de 25, 30, 35 años que vienen en mal estado general y que tenemos que internarle, hacer todo lo posible para darles una estabilidad en salud”, manifestó.
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La médica, preocupada, expresó que no estamos todavía en el pico, que lo tendríamos en dos o tres semanas, “porque se acumulan los efectos de las manifestaciones, la gente fue dejando de lado los cuidados sanitarios, lastimosamente. La gente que viajó a Brasil, no sabemos en qué condiciones van a venir. Esto es el ascenso, pero el pico no sabemos cómo va a ser”, alertó.
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Acotó que “abramos la cantidad que sea en el país, nunca van a ser suficientes, porque el grado de contagio es tan rápido y tan intenso que se abren 10, 20, 30 camas y se ocupan enseguida. Va a llegar un momento en que se van a tener que buscar otras estrategias”, adelantó.