El médico mostró mucha preocupación debido a que actualmente se tienen más de 2.200 internados. Reconoció que estos números asustan, sobre todo teniendo en cuenta que “las proyecciones que se nos vienen encima son cada vez más oscuras”.
Según el doctor Roque Silva, proyecciones realizadas por las universidades muestran que para el mes de junio tendríamos 7.000 fallecidos. “Ya superamos los 200.000, si seguimos a este ritmo, fácilmente tendríamos 40.000 a 50.000 casos mensuales. Si eso se puede contener utilizando el protocolo, sería fundamental”, resaltó el galeno.
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En cuanto a la cantidad de personas que hoy en día están esperando camas de terapia intensiva en sillones o sofás, con un balón de oxígeno, el médico no supo precisar la cantidad, pero remarcó que son muchos y que en la actualidad “es un lujo tener un sofá silla o taburete con un balón de oxigeno en una urgencia”.
Destacó que aún no se ha llegado al escenario de dar respiración manual a los pacientes. “A veces justo tenemos un alta o un fallecimiento, parece que somos tocados por el de arriba que nos sigue dando una mano en este momento tan crítico”, relató conmovido el doctor Silva.
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Fallecidos por COVID en sus casas
En cuanto al paciente de 37 años, quien es la primera persona que fallece en su casa, comentó que este hizo un paro cardiorespiratorio de forma abrupta, sin presentar signos de alarma.
Como patología de base, el hombre era hipertenso y tenía sobrepeso.
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El hombre había acudido a un servicio de salud, pero le dijeron que no tenía los criterios de internación, pues saturaba bien, estaba sin fiebre, con sus signos vitales estables y buena presión.
Además, existe otro caso, el de un fallecido en la ciudad de Mariano Roque Alonso. No se tienen registros de que haya consultado en un servicio público o privado, por lo que se cree que hizo su propio tratamiento. Lo encontraron en su casa sin signos de vida, y tras hacerle el hisopado post mortem, dio positivo al COVID.
Hay medicamentos, pero se acaban pronto
Con respecto a los insumos, Silva contó que se tienen medicamentos, no en la cantidad que se quisiera, pero existe provisión continua como para dos o tres días.
El inconveniente es que drogas como el midazolam y el atracurio son muy requeridas por pacientes de terapia intensiva, y que hoy en día se consumen en triple cantidad de lo que se consumía antes.
Como director de la XI Región Sanitaria, el doctor Roque Silva pidió a los servicios que antes de llegar al final del stock les avisen para ver cómo conseguir más fármacos.
El galeno recordó que la estrategia es no llegar a los hospitales, y respetar la actual cuarentena para disminuir la movilidad interna y propagación del virus.