Aprovechando la madrugada de este miércoles y la evidentemente escasa seguridad que existe en la plaza Uruguaya de Asunción, que irónicamente tiene ocho portones que deben estar candadeados, además de guardias de seguridad, malvivientes ingresaron a la librería Servilibro y se robaron un celular de alta gama que es utilizado por el local comercial para realizar la facturación a clientes y proveedores.
Para ingresar, los delincuentes abrieron un boquete en una zona donde la pared es de chapa, pero, por lo que se pudo observar, o el buraco fue muy pequeño o ya no les dio tiempo, dado que no se llevaron la computadora del local.
No hallaron dinero
Si buscaban dinero, que es lo más probable, solo se llevaron un mal trago, pues en Servilibro no manejan efectivo. El encargado del local, Antonio Allende, explicó que -debido a la pandemia- la mayoría de los clientes se manejan con transferencias bancarias y tarjetas. Ya casi nadie paga en efectivo y el poco efectivo que ingresa, los trabajadores lo retiran del local al final de cada jornada.
Es la segunda vez que ingresan a robar Servilibro en menos de seis meses. La primera vez fue en diciembre del año pasado, cuando ladrones habían cortado los cobres que encontraron dentro de los cables de los acondicionadores de aire.
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Esta vez, los trabajadores encontraron totalmente revuelta la librería a primera hora de este miércoles. Aún tienen que hacer un inventario para constatar si también se llevaron libros.
Portones no sirven para la seguridad
Aún no tuvieron comunicación con el encargado de seguridad de la plaza Uruguaya, que tiene ocho portones, de los cuales dos se habilitan durante el día. Supuestamente, estos accesos se cierran durante la noche, pero al parecer esto es solo teoría y la plaza se convierte en un territorio liberado al arbitrio de los delincuentes durante la madrugada.
Se supone que la Municipalidad tiene contratados a dos guardias de seguridad para cuidar este espacio público: uno diurno y otro nocturno, por eso no se explica cómo pudieron haber robado tan campantemente el local.
Todos comentan que la plaza está a oscuras por la noche y aún está pendiente que las autoridades municipales confirmen si existen o no cámaras de seguridad en la plaza.