SALTO DEL GUAIRÁ (Rosendo Duarte, corresponsal). Drogas, armas y cigarrillos son los principales productos que los brasileños buscan combatir.
El trabajo está a cargo del ejército, la Policía Federal y fuerzas policiales que combaten el contrabando paraguayo en la margen izquierda del río Paraná.
Hasta ahora dejaron inoperativos 41 puertos clandestinos, en un perímetro de aproximadamente 100 kilómetros, entre los municipios de Guairá y Santa Helena, mediante el empleo de tractores.
La tarea incluye el levantamiento georreferenciado y la destrucción de áreas utilizadas por delincuentes para promover el tráfico de drogas y armas, así como el contrabando.
Considerando que estos puertos clandestinos se construyen en el bosque de la ribera del Lago de Itaipú, en un área de protección ambiental, se ha mapeado, identificado a los propietarios de las propiedades colindantes, quienes serán pasibles de proceso si vuelven a permitir que se cometan delitos en su territorio, señala el comunicado de las autoridades brasileñas.
El trabajo en ejecución corresponde a la segunda etapa de la destrucción de puertos empleados para el contrabando desde nuestro país. La primera tuvo lugar en noviembre del año pasado y ya se está planificando una tercera etapa, cubriendo el perímetro entre Santa Helena y Foz do Yguazú.
Las fuerzas integradas de seguridad de la región aseguran que no habrá respiro a los delitos ambientales y fronterizos que se producen en estas localidades y que estos puntos están siendo monitoreados permanentemente, es decir, la eventual reapertura de algunos de estos puntos será respondida de inmediato con su cierre.
En febrero de 2019 también se había realizado la inutilización de puertos clandestinos también en el lado paraguayo del río Paraná, a iniciativa del ministro de la Unidad Anticontrabando, Emilio Fuster.
Sin embargo, tras la manifestación de los trabajadores del cigarrillo de la zona, las intervenciones cesaron y las maquinarias que fueron traídas para el trabajo fueron devuelta llevadas a la capital.