El paraguayo es pacífico hasta cierto punto pero cuando realmente le colman la paciencia, no dudará en sacar sus autoridades a rastras si es necesario.
Eso ya lo demostró en ocasiones anteriores y, tras el escándalo destapado ayer, con la venta de medicamentos de uso exclusivo del IPS y del Ministerio, la ciudadanía no quiso un solo día más a Julio Mazzoleni en el cargo de ministro de Salud. Finalmente, el doctor renunció a su cargo. Pero los organizadores advirtieron que esto no cambia absolutamente nada, pues ellos tienen la meta de que todos los corruptos y los que han jugado con la salud del pueblo salgan de sus cargos.
Así que todo sigue igual para este viernes a las 18:00, horario en el que el pueblo le dirá basta a sus gobernantes.
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Paciencia colmada
La gota que colmó el vaso a la gente fue descubrir que medicinas que eran altamente costosas y que significaban la vida o la muerte de pacientes con COVID, eran robadas por funcionarios corruptos del IPS y del Ministerio de Salud, y eran ofrecidas a la gente, que en su desesperación, prefería pagar por ellas con tal de salvar a los suyos.
Tras la denuncia de una familia, saltó al tapete el hecho y al presidente del IPS no le quedó más remedio que admitir que en la previsional se comete “robo de hormiga”. Se justificó de forma poco creíble culpando de la situación a la falta de un software actualizado, por lo que hasta el día de hoy los controles de medicamentos en stock se seguían haciendo “en cuadernos”.
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Si bien esto fue lo que terminó de desatar el escándalo, todo había empezado un día antes, cuando en conferencia de prensa el viceministro de Salud Julio Rolón y el director de Vigilancia Sanitaria Guillermo Sequera , aseguraban ante las cámaras que “sí hay midazolam y atracurio”, y pedían a los médicos “no aprovecharse de la situación para ganar protagonismo político”.
Profundamente ofendidos
Estas declaraciones generaron profunda ofensa en los médicos que pelean en primera línea contra el COVID-19, principalmente los del Ineram, que confesaron que “estallaron en nervios”, al escuchar que sus autoridades les decían que ellos “daban recetas a la gente sin saber que en la farmacia del hospital había el medicamento”.
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El doctor José Fusillo, médico del Ineram, declaró ese jueves por la mañana que se sentía muy dolido con los dichos, pues prácticamente insinuaron que ellos están vendiendo los medicamentos, cuando en realidad llevan meses callándose la falta de los mismos y aguantando muchas carencias, viendo el sufrimiento de la gente.
El Congreso sentó postura
El hartazgo llegó a un punto tal que el Congreso Nacional presentó un proyecto de resolución en el que insta al ministro Julio Mazzoleni, al viceministro Julio Rolón y al director de Vigilancia Sanitaria a renunciar a sus cargos, a raíz del inoperante manejo que han mostrado en esta enorme crisis que se vive en los hospitales por falta de medicamentos.
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Para colmo, cuando Julio Mazzoleni se dio por enterado de la intención del Poder Legislativo, respondió en conferencia de prensa que no aceptaría el pedido que le hacían, y continuó justificándose diciendo que los legisladores “no tienen un conocimiento real de la problemática que arrastra salud”.
Sin dar detalles ni nombres, habló de “críticas no válidas” y de “intereses”, antes de señalar que se requiere de gente “que aporte, más que la búsqueda de culpables”.
Tuvo que rendirse
En cuanto a los cuestionamientos por la baja ejecución de los fondos de emergencia para enfrentar a la pandemia, argumentó que “el pago de la ejecución no es necesariamente la expresión más correcta de una buena administración”. Pero al final, su negativa fue echada por tierra, pues debido a la presión tuvo que dar un paso al costado. Ahora, mucha gente cree que en realidad la intención de la renuncia era desactivar la rabia ciudadana, pero los que se preparan para manifestarse esta noche aseguran que el hartazgo no disminuyó, y que aún así repudiarán a todos los servidores públicos corruptos.
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Al enterarse de todo esto, la ciudadanía decidió no quedarse más callada, y un gran conglomerado de organizaciones sociales se autoconvocaron a una marcha este viernes a las 18:00 frente al Congreso Nacional. En la protesta exigirán no solo la renuncia de las autoridades de salud citadas, sino también la renuncia del presidente de la República Mario Ferreiro, a quien consideran un “vendepatria”, dijo Aidé Vera, de la organización Ciudadanos Autoconvocados Comisión Escrache, la recordada comisión que protestó en Luque contra los actos corruptos de Óscar González Daher.
No más oportunidades
La ciudadana remarcó que no les darán más chances a las autoridades para que sigan haciendo sufrir al pueblo, pues las autoridades de la cartera sanitaria ya tienen demasiados antecedentes de incapacidad en el manejo de esta crisis, y vienen mintiéndonos desde el comienzo de la pandemia, con distintos itemes como las vacunas, y ahora, las ampollas de mizadolam y atracurio.
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Recordó que no es solo la ciudadanía la que se lanzó a esta protesta generalizada por escasez de medicamentos vitales para pacientes con COVID, sino también el propio personal de salud, que ya no resistió la impotencia de ver llorar a la gente desesperada por no tener una medicina que salvaría a un familiar.
Vera lamenta que Mazzoleni se haya excusado hasta el último con argumentos como que los proveedores no han podido cumplir contratos para comprar los medicamentos y que hay procesos de compras internacionales, pues ninguna excusa es válida cuando hay tanta gente sufriendo y muriendo.
Esperan gran convocatoria
Comentó que esperan a una gran cantidad de personas hoy en la marcha, pues han hecho la difusión para que cualquier ciudadano asista a protestar contra esta situación límite que estamos viviendo, y ponerles un estate quieto a las autoridades, que han jugado con la vida de la gente durante toda la pandemia.
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Numerosas organizaciones estarán presentes en la marcha, entre las que se destacan, además de los Ciudadanos Autoconvocados, los Defensores de la Constitución, Resistencia Patriótica, Caaguazú Indignado, Contraloría Ciudadana de Encarnación, Movimiento Basta ya, entre otros. También anunciaron su presencia gremios de enfermería, la asociación de médicos y universitarios de varias universidades.
Mucho malestar hacia Abdo
Por su parte, Mario Abdo Benítez sigue dando declaraciones temerarias que alteran aún más a la gente y lo acercan peligrosamente a su juicio político. El martes pasado dijo que “el sistema de salud aún no colapsó”, cuando hay familias que ya han vendido todo lo que tenían para costear los millones diarios que cuesta mantener a sus familiares con vida en las Unidades de Terapia Intensiva.
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Si a esto le sumamos la molestia que generó Abdo Benítez al decir que si se enfermara de coronavirus, se atendería en el Ineram, se concluye que definitivamente estamos ante un ambiente crispado, en el que la ciudadanía bajó el pulgar y ya no perdona nada. De la marcha de esta noche pueden depender muchas de las derivaciones en cuanto a quienes llevarán la posta de los estamentos básicos para sostener esta crisis pandémica en Paraguay.