El doctor Lemir también aseguró que en la inspección efectuada a las víctimas se pudo confirmar que la decapitación y el degüello de los mismos se produjo post mortem, después de que hayan fallecido.
Igualmente, algunas de las víctimas tenían rastros de que fueron maniatadas, pero ninguna de ellas contaba con lesiones que pudieran hacer sospechar de que fueron torturadas antes de ser eliminadas.
Para esta mañana quedó prevista la autopsia al séptimo asesinado durante el amotinamiento, que fue encontrado recién ayer.