El neurocirujano del Hospital de Trauma Dr. Marcelo Rivas relató que a una semana del trágico accidente aéreo en Luque, desde hoy empezarán a suspender la sedación del estudiante José Zaván, el único sobreviviente.

El Dr. Rivas contó que se disminuyó la mitad de la medicina y ahora resta esperar que empiece a reaccionar y se tendrá un panorama más claro sobre su cuadro en general.

Contó sin embargo que Zaván está teniendo algunos eventos adversos en órganos como los riñones, por lo cual están realizando varios estudios para determinar si requerirá algún tipo de diálisis.

En cuanto a las fracturas, señaló que es probable que tenga que tratarse con yeso, pues no requieren cirugía. “Ahora está con muchos analgésicos importantes para evitar el dolor”, añadió.

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Cabe recordar que siete personas fallecieron en el accidente aéreo ocurrido el pasado martes 9 febrero. Zaván es el único sobreviviente que se encuentra luchando por su vida gracias a que aparentemente terminó despedido del habitáculo de la aeronave Cessna y logró ser rescatado por personal de la Fuerza Aérea del Paraguay, antes de que la avioneta estallara.

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Lesiones cerebrales

Por otra parte, el neurocirujano habló sobre la compleja cirugía realizada el fin de semana pasado para salvar a Zaván de una muerte cerebral. Contó que este tipo de procedimientos son frecuentes en el país y principalmente para pacientes accidentados en motocicleta.

En ese sentido, el Dr. Rivas resaltó que todos los que son sometidos a esa intervención deben ingresar luego a una cirugía de reconstrucción. Además, contó que el año pasado hicieron casi 80 operaciones de ese tipo, en pacientes que evolucionaron favorablemente y sin secuelas permanentes muy severas.

Por otra parte, resaltó que los accidentados en motocicleta con frecuencia resultan sin daños importantes en todo el cuerpo pero debido a la falta del casco protector sufren golpes fuertes en la cabeza que pueden ser fatales.

Incluso aseguró que en su consultorio 6 de cada 10 motociclistas accidentados no tienen fracturas ni daños internos pero sí daños cerebrales evitables con el casco.

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