El pabellón, donde funcionan desde el segundo hasta el sexto grados, además de la dirección, presenta hundimiento de piso, agrietamiento de las paredes, el techo está por caerse y el sanitario está inservible. El primer grado funciona en el comedor.
Como este año solo consiguieron que la Gobernación de Paraguarí construya un aula y nadie atendió el reclamo de demolición del pabellón, los padres decidieron denunciar el estado en que se encuentra la escuela.
La directora, María Florencia Ramírez Díaz, dijo que espera que la intendenta local, Norma Zárate (ANR - cartista), atienda el reclamo de la demolición. Un equipo técnico de la Comuna ya relevó datos, señaló.
Ramírez Díaz afirmó que la institución no está preparada para las clases presenciales. No cuenta con lavatorios ni insumos, como alcohol y jabones. “Yo no puedo asumir el riesgo de meter bajo esta estructura a los alumnos y los docentes tampoco tienen dónde resguardarse”, subrayó.
La intendenta Zárate dijo que aguarda el dictamen de la Dirección de Infraestructura del Ministerio de Educación para saber si hace falta la demolición del pabellón o si se puede salvar con una remodelación. Los padres no podrán enviar a sus hijos a clases presenciales, adelantó el director departamental de Educación, Fernando Muriel.
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