Práctica de canotaje en un santuario de aves del sur

La cuenca baja del arroyo Kuri-y, un curso de agua compartido por los distritos de Encarnación y Cambyretá, se convirtió en un santuario de aves y es uno de los pocos bolsones verdes que restan en la zona, de rápida urbanización. Es de gran belleza paisajística ideal para la práctica de canotaje en medio de la exuberancia selvática.

Grupo de jóvenes que integran la Sociedad Paraguaya de Canotaje, con sede en Cambyretá.
Retorno al puerto de salida, en la margen izquierda del arroyo en el distrito de Cambyretá.
El sitio fue recuperado por un grupo de personas durante el 2020 aprovechando la pandemia.
audima

ENCARNACIÓN (Juan Augusto Roa, de nuestra redacción regional). El arroyo Kuri’y nace en el distrito de Cambyretá y se extiende por varios kilómetros hasta descargar en lo que se conoce como arroyo Santa María, en el subembalse de la represa de Yacyretá. Un tramo del curso de agua de aproximadamente tres kilómetros que corre a lo largo de los barrios Chaipé (Encarnación) y San Francisco (distrito de Cambyretá) ofrece un espacio ideal para los paseos en botes.

La vegetación es exuberante, el arroyo serpenteante es altamente atractivo y todo se conjuga para vivir paseos tipo aventura al aire libre y “desenchufarnos” de los problemas cotidianos. Desde hace aproximadamente dos años un grupo de jóvenes y sus padres nucleados en la Sociedad de Canotaje del Paraguay vienen trabajando a pulmón para adecuar el sitio a fin de utilizar el tramo como ruta náutica para el paseo y para las prácticas de canotaje de competencia.

“Aprovechamos este tiempo de pandemia para trabajar con los padres y los chicos en limpiar de malezas algunos sectores del arroyo, retirar troncos y mucha basura que la gente tiene la mala costumbre de tirar al agua. Ahora tenemos tres kilómetros para recorrer”, comenta Rubén Brítez, instructor de canotaje y precursor de la iniciativa.

Mencionó que el club tiene algunos jóvenes que se están entrenando para competir en torneos de canotaje a nivel nacional.

Un parque bimunicipal

El sitio se mantiene relativamente conservado, pero muchos árboles de tamaño importante ya fueron talados en los alrededores y también se sabe de la presencia de cazadores furtivos atraídos por las nutrias y carpinchos que eventualmente se pueden observar. “Estamos trabajando con el club en una iniciativa para convertir este sitio en un parque municipal, y darle protección legal y preservarlo. Este sector está cerca de la línea por donde pasará el ferrocarril, algunas de las zonas son propiedades privadas y gran parte es propiedad de la EBY. El temor que tenemos es que la gente empiece a invadir la ribera, buscando sacar alguna ventaja”, señaló el concejal municipal de Encarnación, Andrés Morel, uno de los entusiastas de la práctica del canotaje.

Existe una legislación que protege los cursos hídricos y establece una franja de bosque de protección; queremos apelar a eso e impulsar una iniciativa para el cultivo de árboles nativos en galería que rodeen a la floresta que bordea al arroyo y de esa manera preservar este recurso natural único que tenemos en la zona, explicó el edil.

Lo
más leído
del día