Con llanto y gritos tuvo que clamar don Joel Oviedo al presidente de la República, Mario Abdo Benítez, desbordado por la desesperación que sentía por no tener ya dinero para costear los medicamentos que requiere su hermano, Adalberto Oviedo, quien se encuentra intubado en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Regional de Villarrica.
Don Joel, de 60 años, de profesión taxista, gastó ya G. 8 millones en los últimos días para salvar la vida de su hermano, pero los gastos son diarios y constantes, y ya no tiene de dónde obtener más recursos para solventar los medicamentos.
Es por eso que interrumpió un acto protocolar de inauguración de un parque sanitario en la IV Región Sanitaria donde se encontraba el Presidente de la República, en la ciudad de Villarrica, para pedir auxilio a gritos para que lo ayuden a comprar la medicación para su hermano.
Además de que ya su situación era difícil, tuvo que aguantar una respuesta humillante del mandatario, quien le dijo: “No soy médico de acá, no sé qué insumos faltan”, para dar media vuelta y retirararse.
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Tanta sensibilidad causó esta historia a la ciudadanía, que las autoridades se vieron presionadas a accionar. A las 12:26 de este jueves, el director de la IV Región Sanitaria de Guairá, Alberto Barreto, publicó un tuit en el que anunciaba que habían dado solución a don Joel Oviedo, “siguiendo las indicaciones del presidente”.
“Como este, otros casos son atendidos y solucionados en el anonimato cada día, buscando siempre dar a los pacientes la mejor atención posible”, agregó el funcionario, tratando de resaltar el aspecto positivo del trabajo en salud pública que dejó hoy una impresión bastante lamentable en Villarrica, pues mientras inauguraban un parque sanitario, existen personas desesperadas porque en el sistema público no hay remedios gratuitos, y deben hacer malabarismos e incluso humillarse por salvar la vida de sus seres queridos.
Lo incitaron a “agradecer”
Lo triste del momento de la entrega, fue que además de haber pasado ya por el incómodo episodio de llanto, desesperación y exposición pública para conseguirle la medicación a su hermano, las autoridades de la IV Región Sanitaria le habrían incitado a don Joel a grabar un video en el que agradecía al Presidente de la República por haberle facilitado los medicamentos. En realidad, este sacrificado ciudadano no tenía por qué agradecer ni verse obligado a ser grabado, pues la salud pública es su derecho y es obligación del Estado proporcionársela.
Pero motivado por el alivio de poder al menos por ahora salvar un día más la vida de su hermano, don Joel se prestó al agradecimiento.