Se trata del avión con matricula 2033 al Servicio del Transporte Aéreo Militar, que cumple vuelos a comunidades del norte del Chaco, y se disponía a despegar alrededor de las 13:00, con unos 26 pasajeros con destino a la capital del país con escala en la ciudad de Concepción.
La máquina, al mando del comandante mayor Alfredo Céspedes y el copiloto capitán Federico Martínez, comenzó a carretear en la pista desde la cabecera norte hacia el sur, pero aún de manera muy leve, ya que debía ubicarse en la parte sur, desde donde debía tomar el mayor impulso para tomar vuelo. En ese trayecto de tratar de llegar a la cabecera sur, se le atraviesa un perro que ingresó a la pista, lo que obligó a los pilotos a realizar una maniobra para evitar impactar contra el animal.
Resultado de esta maniobra peligrosa, hizo que el avión salga de la pista y quede a un costado sobre tierra y entre los pastizales.
Una vez que se comprobó que tanto los pasajeros como los tripulantes salieron ilesos, las personas comenzaron a descender de la aeronave en medio de un enorme susto, y por sus propios medios caminar de nuevo hasta la precaria oficina del aeropuerto.
Los militares evidenciaron que la máquina estaba en perfectas condiciones, por lo que lograron de nuevo introducir al avión dentro de la pista cementada. Pasado el susto, se tuvo que aguardar unas horas a que las condiciones climáticas mejore en la ciudad de Concepción, para finalmente a las 15:00 levantar vuelo.
Mientras que de los 26 pasajeros iniciales, 3 personas se negaron a volver a subir al avión por el susto que tuvieron. En los alrededores del aeropuerto existen numerosas viviendas y se cree que el animal pertenece a alguno de los vecinos.