El Ministerio de Educación (MEC) prevé para este año el desarrollo de clases en dos modalidades, la virtual o la híbrida, en parte presencial y en parte virtual. Para el sistema semipresencial o híbrido, los padres deberán autorizar a sus hijos a ir a la escuela.
Atendiendo que durante el 2020 las clases virtuales presentaron complicaciones principalmente en zonas rurales y poblaciones vulnerables por falta de acceso a internet o a celulares, desde el MEC instan a que este año las clases en ese sector de la población vayan a las escuelas. Sin embargo, a 30 días del inicio de clases en el sector público, lo cual se prevé -en el sector público- para el 2 de marzo, decenas de instituciones educativas están lejos de reunir las condiciones necesarias.
Creada en 1923, la escuela básica 18, República de Cuba, ubicada en Asunción, se encuentra dentro de la lista de establecimientos escolares priorizados elegibles para obras, pero durante todo el 2020 ni el MEC ni ninguna otra institución pública atendió sus necesidades. “Somos una escuela bañadense, necesitamos servir a la comunidad”, cuenta la directora, Graciela Noguera. Explica que el año pasado llegaron casi a los 400 alumnos desde el Jardín hasta la Educación Media abierta para adultos y estima que por lo menos la mitad pretende este año estudiar de manera presencial. Empero, tienen un pabellón clausurado porque el techo está por caerse, hay hundimiento de pisos, las paredes están rotas, necesitan sillas y pupitres. Para paliar un poco la situación, Noguera consiguió apoyo del Club de Leones que donó un aula y sanitarios para el Nivel Inicial además de un tinglado. Los lavamanos, uno por pabellón, también fueron autogestión.
La directora, empero, espera que se cumpla la promesa que funcionarios de Infraestructura del MEC le hicieron en diciembre, de la construcción de cinco aulas. Allí funciona por la noche el colegio República de Cuba.
En el predio del colegio Batallón Escolta Presidencial y la escuela Herminio Giménez, barrio San Pablo, los baños están descompuestos, sin cisternas y el techo tiene enormes agujeros porque las tejas se caen. Además el suelo se hunde. Las veredas estaban rotas hasta que exalumnos financiaron un “lecherado”. En el colegio Ysaty, Barrio Terminal, las vigas están dañadas, los tejuelones a punto de caer y las paredes, rasgadas. Ninguno de estos dos colegios recibió asistencia durante el 2020.
Así como estas, decenas de escuelas urgen refacciones antes del inicio de clases. Para publicar las necesidades previa confirmación de datos, ABC habilita el
WhatsApp 0971 101000. Allí se podrán enviar fotos o videos con el nombre de la institución y la localidad donde se encuentra.
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