No obstante, la oferta de las entidades bancarias en principio fue de G. 25,86 billones (US$ 3.700 millones), pero el BCP aceptó colocar el 72% de los recursos ofertados por las instituciones bancarias durante todo el 2020, según se desprende del informe técnico de la banca matriz.
Cabe señalar que a través de la subasta de IRM, el BCP puede controlar la circulación del dinero ocioso (que los bancos no están pudiendo colocar en créditos), pagando una rentabilidad y preservando así el valor de dinero.
Pese al menor rendimiento que está abonando el BCP por estos títulos, se ratifica la preferencia de las intermediarias por invertir en títulos de la banca matriz antes que dar préstamos al público.
De acuerdo con los datos que obran en el portal digital del BCP, la tasa pagada por la entidad por estas colocaciones para plazos entre 42 días y 72 días fue a una ubicada entre 0,55% y 0,58%, y para plazos de 360 días y 546 días, 1,35% y 2%, respectivamente, tasas que resultan ser muy inferior a lo que ganarían por la colocación de créditos, considerando que el promedio de la tasa activa se encuentra en alrededor del 12,64%.
Justamente para reducir el incentivo por estos títulos, el BCP había rebajado su tasa de política monetaria desde 4% a 0,75%, pero igual las intermediarias prefieren ir por lo seguro (dejar en el BCP) y no arriesgar. Vale reiterar que a través de la colocación de IRM en el sistema, el BCP busca controlar el dinero ocioso para preservar el valor del dinero.
El saldo de estos instrumentos de Regulación Monetaria en poder de los bancos asciende a G. 11,43 billones (US$ 1.656 millones). Cabe señalar que mediante una nueva normativa, los IRM también se pueden negociar en el mercado de valores. De esa manera, se proporcionarán mayores opciones de liquidez a los tenedores de estos títulos, quienes podrán negociar en el mercado secundario en caso de necesidad de recursos.
Costo de política monetaria
Como efecto de la reducción de la tasa de interés que paga el BCP a los bancos por la colocación de sus títulos, el costo de la política monetaria se redujo en 20% en el segundo cuatrimestre del 2020 (mayo – agosto), comparado al mismo periodo de 2019. Según los datos oficiales, entre mayo y agosto de 2020, el costo de la política monetaria ascendió a G. 257.926 millones.