PEDRO JUAN CABALLERO (Gilberto Ruiz Díaz, corresponsal). La víctima fue el suboficial primero Fredy César Díaz (32), oriundo de la ciudad de Horqueta y actualmente domiciliado en la fracción Amistad I del barrio Jardín Aurora, distante a unos cuatro kilómetros de la base de Investigaciones de la Policía, adonde se dirigía, que a su vez está en el centro de esta capital departamental.
Díaz era uno de los agentes más antiguos de la unidad y recientemente comenzó a edificar para su casa, en tanto que la camioneta Jeep Compass azul, con matrícula WYZK 007 que utilizaba le fue entregada en calidad de depositario judicial.
De acuerdo al relato de los testigos, alrededor de las 07:45, el agente abordó la camioneta en el patio de su casa y se dirigió a su lugar de trabajo, sin percatarse de que un automóvil blanco lo estaba siguiendo desde una prudencial distancia.
Tras salir a la calle principal de la urbanización, dos sicarios a bordo de una motocicleta lo interceptaron a mitad de la cuadra, el que iba de acompañante en la parte posterior del vehículo sacó una pistola calibre 9mm. y con la mano izquierda comenzó a disparar contra el vehículo del agente.
Dos de los proyectiles impactaron en la cabeza del agente policial, quien habría fallecido en el acto. El automotor que conducía siguió avanzando algunos metros hasta que finalmente chocó contra un árbol. Los sicarios dieron vuelta y regresaron para confirmar que el uniformado había expirado, luego escaparon.
Tras la denuncia, agentes de la comisaría jurisdiccional, con ayuda de los vecinos derivaron a la víctima hasta un centro asistencial de Pedro Juan Caballero, donde los médicos de guardia confirmaron su muerte.
Vendetta de la mafia
Autoridades policiales señalaron que el alevoso asesinato del suboficial Díaz habría sido en represalia por la captura y posterior expulsión del capo narco y actual líder de la organización criminal brasileña Primer Comando da Capital (PCC) en la zona del Amambay, Giovanni Barbosa Da Silva, alias Bonitão.
Dicha operación efectuada por efectivos del departamento Contra el Crimen Organizado se inició en la noche del sábado último y concluyó durante la jornada del domingo, pese a que unos 40 miembros de la facción criminal atacaron a tiros esa madrugada la sede de Investigaciones para intentar liberar a Bonitão. El ataque se frustró mediante una fuerte resistencia de los agentes del orden del sitio.
“Si bien el mencionado agente se encontraba libre de servicio y no tuvo participación en la operación, no se puede descartar esa posibilidad” (de venganza), dijo el jefe de Investigaciones de esta ciudad, comisario principal Rubén Paredes. Por otra parte, policías federales del Brasil ya habrían lanzado una alerta de que el PCC iba a efectuar atentados en la zona en represalia por la expulsión de Bonitão.