El miércoles 6 de enero último la Cámara de Senadores, en sesión extraordinaria, aprobó en general el proyecto de ley de adquisición de inmunizadores contra el covid-19, pero dejó para hoy su estudio en particular.
En aquella reunión varios opositores cuestionaron detalles importantes de la propuesta del Ejecutivo, como las condiciones que imponen, por ejemplo, las empresas productoras de las vacunas Pfizer y Moderna.
Esas compañías exigen, para decidir la provisión, una serie de cuestiones legales que impiden el control ciudadano sobre el contrato y también acciones legales desde nuestro país ante efectos colaterales si surgieran, manifestó el senador del Frente Guasu Jorge Querey, quien es médico.
El legislador explicó que entre los aspectos más resaltantes establecidos en ese proyecto de ley que remitió el Poder Ejecutivo al Congreso se cita que prevé, por ejemplo, la confidencialidad del contrato, la condición de llevar a cabo demandas solo ante organismos internacionales y no locales y, además, se exime de toda responsabilidad a las farmacéuticas y hay inmunidad patrimonial en cuanto a efectos colaterales que pudieran ocurrir.
“A partir de eso surgen muchas dudas, porque firmar un contrato multimillonario para adquisición de vacunas sin tener ninguna posibilidad de control, es una situación preocupante cuando menos”, añadió Querey.
La senadora por el Partido Democrático Progresista (PDP), Desirée Masi, también doctora en medicina, declaró el sábado a ABC que las farmacéuticas “tienen la sartén por el mango” y que son las que imponen sus requisitos.
Luego calificó de “leoninas las cláusulas” y que están abusando de la situación de necesidad. Destacó que ninguno de los países del mundo que están vacunando ahora contra el covid-19 a sus habitantes recibió aún una dosis del sistema Covax porque las farmacéuticas están priorizando los convenios bilaterales.
Justamente la Organización Mundial de la Salud (OMS) reclamó más solidaridad en la lucha contra el covid-19 y pidió a los países ricos que dejen de cerrar “acuerdos bilaterales” con los laboratorios para reservar dosis de la vacuna. “Pido encarecidamente a los fabricantes que den prioridad al despliegue” de las vacunas a través del mecanismo Covax puesto en marcha por la OMS y sus socios, declaró el jefe de la citada agencia de la ONU, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una rueda de prensa, según un despacho de la agencia AFP procedente de Ginebra (Suiza).
El jefe de la OMS afirmó que 42 países iniciaron sus programas de vacunación.