Ortúzar explicó que Benítez forma parte de la cúspide de la organización y su participación se encuentra detectada desde antes del secuestro. “Él compró casas, alquiló vehículos, reclutó personas que participaron del secuestro, estuvo en el pago del rescate aquel 12 de noviembre de 2004, unos US$ 300 mil. Asumimos que fue el que tuvo el dinero en su poder”, manifestó.
“Él era la bisagra, era el nexo entre el grupo de Omar Martínez y el grupo operativo”, añadió.
Lea más: Fiscalía se ratifica en acusación por secuestro y homicidio contra Benítez
Sobre la pena que solicitarán para el acusado, el fiscal indicó: “Tomando en cuenta los juicios anteriores, estamos en condiciones de solicitar la pena máxima por el hecho de secuestro y homicidio doloso agravado”.
Está previsto que el juicio dure todo enero, pero se estima que puede extenderse inclusive durante dos meses.
Lea más: Hoy se inicia el cuarto juicio oral por el secuestro y crimen de Cecilia Cubas
La madre de Cecilia Cubas, declaró hoy y, en medio del llanto, tuvo que volver a recordar el macabro hallazgo del cadáver de su hija, reportó la periodista Marcia Ferreira.
Posteriormente, declaró Raúl Cubas, padre de Cecilia, por medios telemáticos. “Estamos a disposición en cualquier día y hora que sea. Cecilia ya no va a volver, pero por lo menos, los responsables sean castigados con todo el peso de la ley”, dijo al finalizar.
Seguidamente declaró el doctor forense Pablo Lemir.
La joven Cecilia Cubas fue secuestrada por el grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) el 21 de setiembre de 2004. Su cuerpo sin vida fue hallado enterrado en un túnel en una casa del barrio Mbocayaty de Ñemby, en donde la habían tenido en cautiverio.
Lea más: Hallan a Cecilia Cubas asesinada
Este es el cuarto juicio del caso Cecilia en el que hubo 18 condenados. El primer juicio concluyó el 1 de diciembre del 2006 con 12 condenados a penas de 5 a 35 años de cárcel y tres absueltos. El segundo juicio fue a Casildo Acosta, quien fue condenado a 7 años por asociación criminal y frustración de la persecución penal. En el tercer juicio, los cinco acusados fueron condenados a 35 años de reclusión.