CORONEL OVIEDO. (Víctor Daniel Barrera Burgos, de nuestra redacción regional). Un total de nueve abuelitos del hogar de ancianos Juan Pablo II de esta ciudad recibieron varios regalos de Navidad que fueron donados por familias de buen corazón de diferentes puntos del país.
El asilo de adultos mayores no cuenta con ninguna ayuda estatal y las cinco abuelitas y cuatro abuelitos albergados en el lugar subsisten gracias a las colaboraciones y actividades sociales realizadas por la comunidad.
El albergue cuenta con cinco trabajadores sociales (cuatro mujeres y un varón) quienes se encargan de limpiar todo el recinto, preparar alimentos y bañar tres veces al día a los abuelitos.
Cada uno tiene un salario simbólico de G. 200.000 hasta G. 500.000, que también provienen de ayudas sociales.
La mayoría de los adultos mayores albergados en el hogar fueron abandonados por sus familiares o rescatados de la indigencia, según los encargados. Uno de ellos, Obdulio González, dijo que tras el anuncio de colecta de regalos, muchas familias de diferentes puntos del país enviaron los obsequios consistentes en prendas de vestir y artículos de higiene personal para los abuelitos. Lamentó que pese a los continuos pedidos al Gobierno de turno, no reciben nada y comentó que todo es solventado “a puro pulmón” por la ciudadanía en general.
Valoró el trabajo de los voluntarios quienes prácticamente pierden el día en el lugar cuidando a los adultos mayores albergados. Por si todo fuera poco, el hogar fue “visitado” varias veces por ladrones quienes robaron televisores, cubiertos y otros, que son de suma utilidad para el albergue. Con el fin de obtener ayudas de autoridades locales y nacionales, un grupo de funcionarios del Poder Judicial se encarga de buscar las donaciones de alimentos y organizar rifas para poder solventar los gastos del asilo.
Cómo ayudar
Para las personas que quieran ayudar al albergue de adultos mayores, pueden comunicarse con el señor Obdulio González, al número (0984) 915-907, quien es uno de los encargados del hogar de ancianos Juan Pablo II.