Miguel Ángel Carballo, presidente de la firma Rocket SA con casi la totalidad de las acciones por G. 1.800 millones, era prácticamente un desconocido para varios testigos que declararon ayer. La propietaria del 1% de las acciones, Lourdes Cuéllar, por ejemplo, no lo conoce.
Explicó que la escribana Úrsula Bareiro -quien era su compañera de colegio- le invitó a formar parte de la sociedad y para el efecto, la integró con una acción de G. 100 millones. Explicó que Bareiro la llamó para firmar la escritura y así lo hizo. Dijo que no tuvo ganancia alguna y que luego se retiró.
La firma de Carballo adquirió el shopping Vía Bella, ubicado en avenida España esquina Malutín, por G. 1.900 millones. El testigo Luis Chamorro, administrador del shopping, declaró ayer que tampoco conoce al acusado y que consiguió el trabajo a través de su vecina, la notaria Bareiro.
Tampoco conocía a Carballo el abogado Víctor Galeano Perrone, quien le prestó G. 1.800 millones. El letrado dijo que la transacción se hizo a través de una casa de créditos que tiene con otras personas, y que por tratarse de un monto alto lo llamaron para firmar y que lo hizo porque se ofrecieron en garantía las acciones de Rocket. Según Galeano, el contrato se firmó ante la escribana Bareiro. Sin embargo, cuando la notaria declaró, dijo que no había realizado dicho trabajo.
Recordemos que Bareiro es la escribana del exsenador Víctor Bogado, de quien sería testaferro el acusado.
También declaró ayer el abogado Pedro Wilson Marinoni, quien firmó con su entonces esposa Cynthia Tarragó un contrato de préstamo con Carballo. Este les prestó US$ 300.000, dinero que llevó en efectivo, en una caja, y que le entregó ante la escribana Bareiro.
El dinero era para la campaña de Tarragó, que integraba la lista 77 como diputada, con Víctor Bogado como senador.