Se acerca Navidad y no hay noticias de Yuyú y secuestrados, lamentan

El obispo de la Diócesis de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela, manifestó que es muy triste que a días de la Navidad no se tengan noticias del paradero de la niña Juliette Droumaguet, conocida como Yuyú. Tampoco de los secuestrados por el autodenominado EPP Edelio Morínigo, Félix Urbieta y Óscar Denis.

Mons. Ricardo Valenzuela y concelebrantes rezan ante el tradicional pesebre ubicado junto al altar.
Monseñor Ricardo Valenzuela, obispo de Caacupé.
audima

CAACUPÉ (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). Es muy triste para todos, no solo para las familias afectadas que a días de la llegada de la Navidad no se tengan noticias del paradero de la niña Juliette. ¿Dónde está Juliette?, se preguntó Mons. Valenzuela.

Juliette Droumaguet (7), conocida por sus familiares y cercanos como Yuyú, desapareció el 15 de abril de este año cuando jugaba con unas cabras en el complejo cerrado de Monte Pacará de la compañía Isla Alta del distrito de Emboscada, del departamento Cordillera. Su madre, Lilian Zapata, y su padrastro, un ciudadano alemán llamado Reiner Helmut Oberüber, se encuentran privados de su libertad e imputados por violación del deber de cuidado y abandono.

Su padrastro fue sindicado como el principal sospechoso tras el hallazgo de imágenes pornográficas infantiles de su propiedad, entre las cuales también se encontraban fotografías de sus hijastras de acuerdo a los investigadores.

También recordó a los secuestrados por el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP): el efectivo de la Policía Nacional Edelio Morínigo, el ganadero horqueteño Félix Urbieta, así como el productor pecuario y exvicepresidente de la República Óscar Denis.

“Cómo quisiéramos brindar por el retorno de Juliette, Edelio (Morínigo), Félix Urbieta, Óscar Denis y tantos otros que incluso ya no están definitivamente”, expresó.

En otro momento, el pastor católico lamentó los graves casos de violencia que afectan a nuestro país, como asaltos, feminicidios, despojos de bienes materiales y pérdidas de vidas humanas irrecuperables.

Finalmente, dijo que los días ya se acercan y Jesús busca casa donde nacer. No son muchas sus exigencias en cuanto a comodidades y riquezas; solamente pide corazones sencillos, compartidos y desapegados de lujos, de riquezas, de honores y de ambiciones.

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