El titular de la Secretaría Nacional de Cultura contó que la declaración del tereré como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad representa un hito en la historia de nuestra cultura paraguaya, pero al mismo tiempo significa un compromiso para el Estado, pues a partir de ahora se deben ejecutar acciones concretas para salvaguardar esta tradición, así como generar las condiciones para que se siga transmitiendo de generación en generación el valor que tiene nuestra deliciosa bebida ancestral, remarcó el ministro Rubén Capdevila.
El nombre completo del título que ganó nuestro país es Declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de las Prácticas y saberes tradicionales del tereré en la cultura del pohã ñana, bebida ancestral guaraní en Paraguay, y fue otorgado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
El ministro recordó que esta es la primera inscripción a la lista representativa del patrimonio de la humanidad presentada por Paraguay, y para ser la primera candidatura que se presenta, fue muy bien recibida por parte de la Unesco. Y muy celebrada en el ámbito cultural.
“Siendo Paraguay un país tan rico en sus tradiciones y en su patrimonio material, no había conseguido presentar hasta el momento ninguna candidatura. Finalmente, en un trabajo articulado con las organizaciones, gestores culturales, portadores de saberes del pohã ñana, el paseo de los yuyos y de las empresas yerbateras, conseguimos en el año 2019 presentar la candidatura”, relató el ministro.
Según comentó Capdevila, nuestro país tuvo que completar un dosier bastante exigente. “La Unesco es puntillosa, el día del tratamiento del Comité Intergubernamental presenciamos cómo caían candidaturas por no cumplir requisitos”, recordó el secretario de Gabinete.
El documental se llegó a completar en el 2019, y fue pasando por instancias técnicas, mientras desde la Secretaría de Cultura celebraban internamente cada pequeño avance en los trámites como un pequeño triunfo.
Finalmente, el comité evaluador decidió adoptar la inscripción y así se dio este logro histórico para difundir esta costumbre tan arraigada en nuestra cultura.
Iglesia jesuítica de San Joaquín necesita reparación urgente
En otro orden, el ministro fue consultado en ABC Cardinal sobre el patrimonio histórico de la iglesia jesuítica de San Joaquín, en el departamento de Caaguazú. Lamentablemente, esta antigua e invaluable infraestructura edilicia se está desmoronando, y se hace urgente salvar esta iglesia, pues es una de las pocas reservas históricas que nos quedan para describir la cultura del siglo XIX, y el trabajo importante que han realizado los jesuitas en nuestro territorio.
Sobre el punto, el ministro refirió que se han tenido varias reuniones con pobladores de San Joaquín y con la Comuna, y que existe una asociación de restauración. Además, se acompañó la elaboración de un protocolo de intervención de la infraestructura.
Según Capdevila, este protocolo ya estaba aprobado y podía haberse impulsado la licitación hace tiempo, pero la traba ocurrió cuando los proyectistas querían que se aprueben algunos procedimientos de desmonte que alterarían en parte la esencia del retablo. Este procedimiento, naturalmente no fue permitido por la Secretaría de Cultura, motivo por el cual no fue aceptado. Así, los procesos se tuvieron que modificar y presentar nuevamente.
Capdevila contó que ante resistencia de los proyectistas a aceptar los cambios se acordó con la Comuna y el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones hacer un apuntalamiento mucho mas fuerte de la iglesia. El ministro de la SNC asegura que hoy la iglesia tiene un apuntalamiento importante hecho apenas hace dos semanas atrás. Sin embargo se le cuestionó que en estos días se cayeron parte de las paredes de adobe, a lo que respondió que no estaba al tanto pues notificado, y que ameritaría hacer una verificación in situ.
Remarcó que si la Secretaría de Cultura tuviera el presupuesto para impulsar la licitación ya la harían, y admitió que le parece injusto que justamente a la institución que no tiene presupuesto para restaurar bienes patrimoniales se le cuestione, cuando existe responsabilidad compartida de varias instancias.